Felipe González estaría detrás de la creación del GAL, según unos documentos desclasificados por la CIA. Durante décadas se ha especulado sobre la implicación del expresidente español del PSOE en la guerra sucia contra ETA y a menudo se lo ha señalado como la X del GAL. Una incógnita que la agencia norteamericana se ha encargado ahora de despejar: González dio el su visto bueno para su formación, que define como "unos mercenarios, controlados por el Ejército, para combatir fuera de la ley a los terroristas". Lejos de generar un terremoto político, la reacción de los principales partidos con representación al Congreso ha sido ponerse de perfil. Desde el PSOE, el silencio es clamoroso. Pero mientras los máximos dirigentes socialistas callan, las redes sociales van llenas.
El mismo día que La Razón publica el contenido de los documentos que ponen a González en el punto de mira, el gobierno de Pedro Sánchez fija otras prioridades. Del GAL, ni una palabra. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, hace presión por otra parte y pone la mirada en la situación en Catalunya, exige al presidente Quim Torra que ponga fecha "cuanto antes" para las elecciones al Parlament y se refiere al ejecutivo catalán como un gobierno "agotado". Xavier Sala-i-Martin levanta el dedo: "¿Esto es lo que tiene que decir el señor Salvador Illa hoy?".
El economista del Maresme carga contra el ministro y tilda al PSOE de "grupo terrorista": "¿Todo lo que tiene que decir él es que el gobierno de Quim Torra está agotado? ¿Un poco de vergüenza sí que dan, no?", escribe en su perfil de Twitter. Entre los casos más conocidos del GAL destaca el asesinato de José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala, enterrados con cal viva, y el secuestro por error de Segundo Marey. De momento, Illa prefiere no responder.