Xavier Sardà tiene, aparte de un inmens talento, mucho dinero. Y mucho espacio en casa. Se los ha ganado a pulso. Ser uno de los mejores comunicadores del país desde hace años y años es lo que tiene, que su cuenta corriente hace tiempo que tiene muchas cifras.

Después de presentar durante años Crónicas marcianas y ganar una fortuna, gracias a las cifras astronómicas de audiencia que alcanzaba, ahora el presentador catalán disfruta cada semana de un debate semanal en el circuito catalán de TVE, Obrim fil. Y también, colaborando en la tertulia del Cafè d'idees de Gemma Nierga.

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'Cafè d'idees', con Gemma Nierga, Xavier Sardà, Víctor Amela y Juan Carlos Ortega / TVE

Este jueves ha ido, como cada semana. Lo han acompañado sus buenos amigos Víctor Amela y Juan Carlos Ortega. Y los tres han sorprendido a Nierga y los espectadores con unas imágenes espectaculares.

Los tres colegas han ido a casa de Sardà... Donde Sardà tiene un avión. Hay quien tiene un ficus en el comedor, hay quien tiene un enano en el jardín, hay quien tiene un perro caniche esperándolo a que llegue a casa y hay quien como él, tienen un avión. Chim pum.

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Juan Carlos Ortega y Xavier Sardà, en el avión que tiene el segundo en su casa / TVE

Y no sólo eso, también tiene un simulador de vuelo absolutamente espectacular. Un simulador circular que rodea todo el aparato y que hace que Sardà pueda volar y aterrizar en cualquier lugar del mundo. O eso es lo que parece, dada la magnífica representación que le facilita el simulador.

Ortega, Amela y Nierga alucinan. Los dos primeros, viéndolo in situ: "Un viaje desde Barcelona hasta Perpignà. Una réplica exacta de un Boeing 747, full motion, que se mueve toda. La visión es extraordinària. Lo ves todo, todo el recorrido: vi Canet, el Montseny, Roses, hasta llegar a Perpignà. Todo se ve perfecto".

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Xavier Sardà, pilotando su avión, mientras Nierga se lo mira / TVE

"Però Sardà, ¿¿qué hace uno con un simulador de vuelo en casa??", se pregunta con razón Nierga. Y él: "Yo soy piloto privado. Yo llego a casa, y tengo el simulador en una barraca, y mi mujer me pregunta: '¿Dónde has estado'?, y yo le digo: 'En Amsterdam'. Te lo juro", dice mientras ríe toda la mesa. Sencillamente espectacular. Hay que ser muy grande para que cuando te pregunten a qué dedicas tu tiempo libre, en lugar de decir mirar series en Netflix, leer o hacer puzzles, que tu respuesta sea: "Coger el avión e ir al rincón de mundo que me salga de las narices".

Amela añade: "Tiene un mapa con muchos alfileres blancos... ha estado en Nueva Zelanda. Has hecho la vuelta al mundo". Increíble. Ya lo saben, si quieren viajar sin el coñazo de hacer tarjetas de embarque, control de maletas, etc, háganse amigos de Sardà y pídanle que les dé una vuelta.