Dos de los comunicadores y showmen más importantes de la historia de Catalunya (y de España) se reencontraron en un plató de televisión: Andreu Buenafuente invitó a Xavier Sardà a su programa, 'Late Motiv'. Una conversación relativamente breve pero llena de anécdotas, de diversión y de respeto entre ambas figuras. La admiración es mutua, como dejaron claro nada más empezar la entrevista, y viene de lejos: Buenafuente colaboró con él en la Cadena SER hace 30 años. Andreu recuerda especialmente una de las características principales de Sardà en antena: una mala leche imponente. Duraba relativamente poco, eso sí: después de una bronca, acababa besando al ajusticiado y "pelillos a la mar". El de El Terrat asegura que jamás sufrió estas salidas de tono, pero no así el resto de profesionales de la radio o la televisión. Ahora bien, hubo un momento de tensión brutal contra su equipo durante una de las entrevistas más famosas de Sardà en la época de 'La Bisagra', en Radio Nacional. Aquel programa, donde se hizo popular su personaje del señor Casamajor, tuvo una exclusiva casi impensable hoy en día: entrevistar en directo al Rey de España, ahora huido y escondido en Abu Dhabi: Juan Carlos I.
Era un 5 de enero del año 1989, el día del cumpleaños de Borbón. Cumplía 52, y ni se imaginaba lo que viviría tres décadas más tarde. En aquella época casi todo el mundo lo aplaudía y veneraba, especialmente en los medios de comunicación. Era el monarca de la Transición, el de la pamema de "paró el golpe de estado", etcétera. Un intocable con el que habñia que ir con cuidado. Pero como Juan Carlos era 'El campechano', aceptó la llamada del programa demostrando buen humor y cierta hipocresía: nada nuevo. En el estudio de la radio pública española se respiraba tensión por la cita. Tensión y mala baba: Sardà se subía por las paredes por el error de su equipo, que le habían pasado un guion con una pifia monumental. Habían bautizado al monarca como Juan Carlos II. "El control estaba arriba, y el Rey iba hablando con el señor Casamajor, y yo...": Sardà empieza a hacer aspavientos y gritos silenciosos e insultantes, con un cabreo de mil demonios. Les hubiera cortado el cuello a todos en aquel momento. "Si yo llego en decirlo..." Escuchando aquel programa, sin embargo, nadie detectaría el mal rollito de aquella situación. Tiene mal carácter, sí, pero es todo un profesional. "El puto amo", que dijo Buenafuente.
No sabemos cuándo pagaría el d-emérito hoy en día con el fin de que lo peor que le pudieran decir fuera "Juan Carlos II". Se nos vienen a la cabeza un centenar de adjetivos y motes mucho más acertados y esmerados para definirlo. "Cualquier tiempo pasado fue mejor", ¿verdad?