Es de sobras conocido por todo el mundo que Xavier Sardà no es independentista. Pero eso no quiere decir que el presentador catalán quiera situarse al lado del españolismo ultra. Sardà no es indepe, cierto. Y eso no le impide declararse contrario al encarcelamiento de los líderes políticos catalanes, por ejemplo. En este sentido, Xavier Sardà se encuentra bastante lejos de las tesis de su hermana Rosa Maria, que no hace mucho llegó a declarar que los presos políticos catalanes "son unos chantajistas, tienen mucha jeta y no son víctimas de nada".
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Una de cal y otra de arena. El mítico presentador de Crónicas marcianas ha concedido una entrevista al diario El Mundo, donde no se ha privado de dejar a los indepes a la altura del betún. Acusa a los soberanistas de dividir a la sociedad y de llevar al país a un callejón sin salida: “La independencia no es solución de nada. Media Catalunya es incompatible con la otra media. Los independentistas están instalados en el conflicto y es muy difícil retroceder”. Pero a pesar de acusar a los indepes de romper la sociedad y de ser conflictivos, Xavier Sardà tiene bastante amigos que son independentistas declarados. Josep Maria Mainat, sin ir más lejos. ¿Cómo es eso? “La convivencia es básica, aunque la gente se haya decantado por una postura u otra. No hay personas que me hayan dejado de hablar por opinar como opino”.
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Sardà es amigo de algunos indepes y niega que nadie le haya retirado la palabra, pero eso no es suficiente para hacer una afirmación, cuando menos, controvertida: "Para muchos radicales en Catalunya, yo soy un mierda". El periodista cree que hay catalanes que no lo pueden ni ver. Pero de la misma manera que quizás hay indepes que no lo soportan, él tampoco se aviene a intentar entender a los políticos soberanistas, a los que acusa de hacer palanca con el trifachito español, obviando que el gobierno del PSOE, vía Fiscalía, mantiene las peticiones de penas para los presos políticos catalanes: "Parece que ERC y el PDeCAT prefieren que gane el tripartito reaccionario".
Pero la política no lo es todo y el presentador catalán tiene un recuerdo para su amigo y compañero en Crónicas Marcianas, Martí Galindo, que murió hace justo una semana: "Era excepcional".