El martes por la noche La Sexta emite Palo y astilla, con Mamen Mendizábal y con famosos huérfanos de padres. Pasó con Arantxa Sánchez Vicario y ahora con otro catalán: Xavier Sardà. Buena audiencia 7,4%. El programa de La Sexta profundizó en la vida íntima del siempre hermético Sardà. Pero con Mendizábal se soltó. Presenta por primera vez a sus padres: Matilde y Jaume.
El programa abordó la relación del famoso periodista de 62 años con sus progenitores. La madre, costurera, murió cuando Xavier tenía ocho años después de una larga enfermedad que obligó a la familia a enviar a los dos hijos pequeños con los abuelos a Montcada y Reixach. El padre, viudo y campesino, encontró trabajo descargando productos químicos en una fábrica. La hermana mayor, Rosa Maria Sardà, cuidó de todos e hizo amar el teatro al pequeño Xavier. Antes de Rosa María, muerta de cáncer el año pasado, el pequeño Juan murió enfermo de SIDA cuando tenía 26 años. Sardà enseñó fotos íntimas:
Los cinco hijos eran Rosa María (clavada a su madre), Santi, Fede, Juan y Xavier, nacidos en un barrio industrial a las afueras de Barcelona. Una familia de orígenes humildes que ha llegado a lo alto de la popularidad, el reconocimiento y el éxito en sus ámbitos. Sardà tiene miedo a morirse y no le preguntan por su accidente en Canet de Mar, donde tiene la mansión con simulador de vuelo, hace un año. Le cuidó su mujer, Ana Gutiérrez, peluquera de Crónicas. Ella pone dos hijas y él otra hija al matrimonio.
Muy buen programa. Faltaron más testimonios aparte de Juan Carlos Ortega y Ramoncín. Mucha complicidad entre los presentadores. Sardà regala una perla: "La muerte es un poco aparatosa y demasiado definitiva".