Ahora ya hace muchos años que si a cualquier espectador tú le preguntas qué programa es sinónimo de chismorreo, de tirarse los platos por la cabeza, de hacer públicas las miserias de los famosos y de los colaboradores que trabajan en él, todo el mundo responderá lo mismo: Sálvame. Pero hubo un tiempo donde otro programa televisivo se llevaba todas las críticas, pero también, unos shares descomunales, por lo que se decía y hacía en plató. Un escenario donde los puñales iban que volaban y donde hicieron fortuna el recientemente difunto Jesús Mariñas, Karmele Marchante, Lydia Lozano, Ángel Antonio Herrera, Josep Sandoval o Jimmy Giménez-Arnau. Hablamos de Tómbola, debate alocado sobre el famoseo que se emitía en la televisión valenciana y que presentaba Ximo Rovira.
Broncas, gritos, reproches, insultos, mal rollos, pero también, un imán de cara al espectador, que no podía apartar los ojos del programa. Y una época donde todos los programas de zapping de las cadenas estatales se llenaban de cortes y momentos del cajón de sastre presentado por Rovira desde 1997 hasta el 2004. Ya ha llovido mucho. Tómbola ya es historia, y ahora su presentador tiene 61 años. Y acaba de vivir en su propia piel una decisión que hace tufo de veto por su pasado. Y él ha alzado la voz, indignado.
El consejo de la televisión valenciana acaba de rechazar su candidatura a presentar un nuevo concurso en la cadena À Punt. ¿Por qué? Precisamente por su pasado. Explica el presentador que "Son prejuicios, no una decisión profesional". Todo parecía hecho para que Ximo presentara una nueva edición del concurso Atrapa'm si pots (que se emite con mucho éxito en TV3 y que presenta los fines de semana el gran Llucià Ferrer), pero finalmente, el consejo rector de la Corporación Valenciana de Medios de Comunicación lo ha rechazado, argumentando que “nunca ha sido un veto, ni se ha dudado de la gran profesionalidad de Ximo Rovira, pero sí queremos evitar la memoria audiovisual valenciana que está vinculada a la telebasura y al pasado de Canal 9″. Así de claros y contundentes. "Queríamos caras nuevas caras que no recuerden al antiguo Canal 9, que tengan otro aire, que remitan al futuro. Y se ha considerado que su imagen se asocia a la telebasura y dañaba esa nueva imagen de la cadena”.
Al oírlo, Rovira ha mostrado su decepción y tiene muy claro qué ha pasado: “Llevo 38 años trabajando en radio y televisión, es la primera vez que, avalado por la dirección general, las direcciones de contenidos y programas de una cadena y propuesto por una productora de prestigio quedo excluido de un proyecto, por criterios no profesionales. Más que veto lo llamaría prejuicios o hasta sectarismo y me duele especialmente que sea en la que ha sido mi casa. Lo que me ha dolido es que contaba con el aval de todos estos y me encuentro con que se argumenta que represento una hipoteca reputacional porque presenté “Tómbola” hace años. No creo que sea justo que, tantos años después, me sigan colocando este estigma, porque tanto antes como después hice muchísimas otras cosas, pero tendré que asumirlo. Pero duele que este sambenito me impida volver algún día a la que fue mi casa”.
Un pasado que le dio muchas alegrías, pero que ahora le ha llevado una tristeza infinita, e injusta a su parecer. Estaremos atentos a si lo vemos en algún otro programa.