Ha muerto el suegro de Rafa Nadal. Por eso los paparazzis se han acercado a la pequeña iglesia de Crist Rei de Manacor, porque ha muerto el padre de la mujer del mejor tenista de la historia. Ella es anónima, casi nunca da entrevistas y es la discreción personificada. Xisca Perelló acaba de ser madre y cierra el círculo de la vida enterrando muy prematuramente a su padre, a los 63 años. Demasiado joven. El drama es superior cuando un padre muere tan pronto y con el nieto recién nacido. Por eso la imagen de Xisca era de desolación. Rafa Nadal iba tres pasos tras ella, esperando a cogerla de la mano dentro de la iglesia. Xisca estaba demasiado afectada:
Xisca era la única hija de Miquel Perelló, el Patrón como lo conocían en su pueblo. Empresario y constructor. El funeral se celebró en una iglesia que él ayudó a reformar, recompuso el campanario de Manacor. Hombre mallorquín por los cuatro costados y catalanohablante. Pero a su hija no le puso un nombre catalán. Por fin acaba la confusión sobre el nombre de la mujer del tenista. Toda la prensa la llama Xisca pero es un nombre que ella no ha utilizado nunca. En la esquela que la familia Perelló ha pagado en los diarios mallorquines se pone punto final a la duda. La mujer de Rafa Nadal se llama María Francisca, María como la madre. En ningún caso Xisca. La esquela, en catalán como habla la familia, dice así:
"Sus afligidos familiares: esposa María, hija María Francisca, hijo político Rafel, nieto Rafel, madre María, hermanas María Pilar, Joana Adela y María, cuñados y el resto de su familia os comunicamos la defunción de Miquel Perelló Màs, "patró" vecino de Manacor a los 63 años de edad" y una foto del difunto. Un hombre joven. Llama la atención que la madre del muerto, la abuela de Xisca, todavía vive, cosa que añade más tristeza al funeral y drama por la muerte prematura de un hombre que acarreaba problemas de movilidad y de salud. Una madre, una esposa y una hija han enterrado al hombre de la casa. Solo disfrutó de su único nieto seis meses. El pequeño Rafel nació el pasado octubre. Una pena.
La esquela permite aclarar que toda la familia era muy mallorquina y catalanohablante hasta el punto que al yerno le llaman por el nombre en catalán: Rafel y no Rafa o Rafael. Y de una vez por todas evitar el nombre de Xisca y llamarla o por su nombre, María Francisca, o por el nombre con que le habla su famoso marido: Mery. Fue él mismo quien lo aclaró. Bertín Osborne le hizo en Telecinco una entrevista coja: no salía por ningún sitio la mujer del tenista, casados hacía un año. Pero le preguntaba: "Cusha, fenómeno, estooo... ¿Cómo la llamáis a ella: María, Mary...?". Rafa Nadal acaba el debate: "Yo la llamo Mery. Su madre la llama María Francisca. Yo solo la llamó María Francisca cuando hay un poquito de tensión. Pero como no tenemos tensión nunca...".
El diminutivo cada uno lo escoge como quiere. A la mujer del tenista no le gusta el diminutivo catalán de Francisca, Xisca, ni de Francesca, Xesca. Ni siquiera María o Maria. Se llama María Francisca y de diminutivo Mery. Ha muerto el padre de Mery. Un buen hombre. Descanse en paz.