El momento más emotivo de Rafa Nadal ha sido este domingo en Australia cuando ha superado a todos los otros tenistas masculinos de la Historia con 21 Grand Slam. En un momento tan importante su mujer, Xisca Perelló, no estaba. No viajó a Melbourne ni cuando supo que su marido llegaba a la final. Extraño.
Volverán los rumores de si la pareja del mayor deportista individual de España está embarazada y por eso no viaja en un momento así. Un rumor recurrente ya que son una pareja joven, ella 33 años y él 35, una edad perfecta para procrear. Llevan toda la vida juntos. El pasado mes de noviembre en Telecinco el periodista Diego Arrabal explicó en Viva la vida que estaban embarazados:
"Seguramente antes de final de año lo cuenten. Es algo que las llenará de alegría y que están esperando". Han pasado 2 meses desde el exclusiva de Telecinco. La reaparición de Xisca ahora debería ser con barriga. La prensa corrió al aeropuerto de Palma a fotografiarla para ver si tiene barriga. Y no:
La exclusiva de Diego Arrabal era fake. No esperan ningún hijo. La pareja no es muy dada a grandes muestras de efusividad en público. Una relación sólida de lustros que en el aeropuerto se manifiesta con un sobrio abrazo. Los besos en la boca quedan para la intimidad. Otra cosa es si Xisca espera una criatura.
Los paparazzis lo tienen claro y hacen fotos de perfil de la mujer del tenista para comprobar que la mallorquina sigue con la misma figura estilizada de siempre. Quien quería dar una buena noticia, un o una futura tenista, tendrá que esperar. Xisca no espera una criatura y este no es el motivo por el cual no viajó a Melbourne:
La mujer de Rafa Nadal recibe casi la misma presión que la mujer del emperador de Japón, que tiene que tener un hijo masculino para mantener el trono del crisantemo. En el caso de Xisca no hace falta que sea un chico. Casi mejor una niña. Las mujeres tenistas son las únicas que superan a Nadal en número de Grand Slams: Margaret Court, Serena Williams y Steffi Graf.
Así si finalmente tienen una hija, por embarazo natural, por adopción o con técnicas de fertilidad, le pueden poner Steffi. O quizás no quieren hijos. Todo el mundo lo da por hecho porque son clásicos y porque el país entero espera leer la noticia. Otra alegría, una criatura, el 22.º Grand Slam de Navidad y Xisca.
Sobre qué nombre ponerle a la futura hija, mejor Steffi o Serena que un nombre catalán. Porque la pareja de Rafa arrastra desde hace años el enredo de cuál es su nombre. En realidad Xisca no se llama Xisca. Alguien filtró este nombre en catalán a la prensa y así le ha quedado para siempre. Pero ella está cansada de repetir que nadie la llama así.
Pregunta de Vanity Fair ¿Cómo le gusta que la llamen?. Xisca: "Tengo muchos nombres. Me llamo María Francisca, pero la gente de mi entorno me dice Mery. La primera vez que se refirieron a mí como Xisca fue en la prensa. Nadie me llama así y es con el que me siento menos identificada".
La llaman Mery excepto Rafa y su madre que cuando se enfadan se ponen estupendos. Nadal dijo en Telecinco: "Yo solo la llamo María Francisca cuando hay un poquito de tensión".
Mery, Francis, Mari Paca, Xisca, Maria... tiene muchos nombres posibles pero sólo a la Familia Real se la traduce al catalán, idioma propio de las Islas Baleares.