Es una de las actrices catalanas más divertidas del panorama mediático, y quizás por eso a menudo nos olvidamos de su vertiente más emocional. La sabadellense Yolanda Ramos es energía, pasión, actitud y optimismo. Un cóctel que pudimos degustar en el último capítulo de 'Samanta y la vida de...' en Cuatro. Allí hemos podido conocer de cerca su gran tesoro: una familia que es amor, puro y duro. Samanta Villar le guardaba una sorpresa que hizo diana: un encuentro inesperado con Mario Matute, su marido, y su hija Charlotte, de 8 años. Son escasas las veces que los hemos podido ver juntos en televisión, y la ocasión vale la pena.
Yolanda y Mario se conocieron en las grabaciones de 'Saturday Night Live', la versión española del clásico norteamericano. Él, técnico del programa y 11 años más joven que la actriz, se enamoró instantáneamente, y el sentimiento fue recíproco. Sin embargo, la diferencia de edad podía suponer un problema: la intensidad es diferente a los 30, a los 40 y a los 50. "Me acuerdo que fuimos a comprar una nevera, él estaba muy emocionado y para mí era la quinta ya. ¡Nos hicimos una foto con la nevera!". Con el tiempo, eso sí, todo se ha equilibrado, y ahora son muy felices. Especialmente desde la llegada de la hija Charlotte, un sueño para Yolanda, que ha sufrido muchos obstáculos para quedarse embarazada: 3 abortos y 5 fecundaciones in vitro. "Yo te voy a dejar embarazada", le prometió. Y lo consiguieron: "tengo una vida muy bonita", asegura, tocada por la emoción.
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Si el marido y la hija llenan de alegría la vida de Yolanda, también lo hace su madre, con la que mantuvo otro encuentro muy emotivo. "Te agradezco con toda mi alma que me haya tocado una hija como tú". El abrazo entre ambas, miel. Felicidades.