Telecinco estrenaba la entrega anual de Supervivientes con un casting que tan solo presentaba dos fichajes bomba: la chapucera de Carmen Borrego y una VIP que hasta ahora había pasado más bien desapercibida: Zayra Gutiérrez, la fila del mítico exfutbolista del Real Madrid Guti. La joven es famosa desde la cuna, la primera hija de uno de los emblemas del fútbol que llegaba pisando fuerte. El apellido le regalaba un buen cojín económico y todo tipo de lujos con un estilo de vida que le enseñaron la fiesta y el desenfreno, así fue como la conocíamos durante la pandemia. Mientras el mundo estaba confinado y angustiado para contagiarse o no del virus, ella protagonizaba todos los titulares por las farras que montaba en casa.
Tenía todos los ingredientes para ser un personaje de realities, de hecho, incluso mostró su hambre de televisión asegurando que le gustaría participar en Gran Hermano o Supervivientes, y boom, el sueño se hizo realidad. Lástima que su aventura en Honduras fue fugaz. Tan solo a cuatro días de saltar del helicóptero se quejaba de un dolor de espalda terrible del cual no se podía levantar de la cama del resort. Una semana más tarde, la organización del programa la enviaba a su casa, al darse cuenta de la poca rentabilidad de su fichaje. Un fracaso.
Ahora vive del sueldo y el renombre de haber ido a Supervivientes y, además, de su apellido. Las quince temporadas que su padre jugó al Real Madrid lo hicieron de oro y el patrimonio le debe salir por las orejas. Con su nueva faceta de influencer se ha teñido el pelo de color rojo y nos ha querido enseñar la casita de Marbella. Bien, mejor dicho, el palacio que le debió comprar su padre, una casa enorme donde se va con su chico y su hijo de vacaciones, y donde antiguamente iba de vacaciones con toda la familia. Un tour de ocho minutos en que hemos podido ver de primera mano la dejadez del estado de la casa: se trata de un palacio enorme, con un jardín kilométrico y muy decorado de una forma bastante tétrica. Llena de colores que no combinan y unas esculturas que dan miedo, como esta vaca en medio de la cocina. Además de salir en el vídeo guardando la comida del perro junto con las toallitas higiénicas de su bebé. Es para ponerse las manos a la cabeza.
La decoración y el estilo de la casa van a gustos, pero en el vídeo podemos ver que ni la inmobiliaria ni toda la parafernalia que adorna la casa están muy cuidados. Aparte de ser todo bastante hortera, por allí no ha pasado ni una escoba, y se puede ver en 'la estrella' que forma parte de la plaza del jardín. Pero la perla de toda la casa son los diversos rincones terroríficos de sus abuelos, como una habitación llena de animales disecados de su abuelo que la chica enseña sin ningún tipo de problema. Todo tipo de ciervos e incluso un oso adornan la sala, un espanto. Una salita donde no nos imaginamos al futbolista. Además, al mostrar la habitación de la abuela también podemos ver la colección de muñecas por el sofá. Una imagen que tampoco te dejará dormir. Y bien, para acabar de rematarlo, nos enseñaba la habitación principal totalmente desordenada y con la cuna del bebé sin hacer.
Zayra Gutiérrez es una nepobaby de manual, mejor dicho, deluxe. Criada por Guti, Arancha de Benito y todo el personal de servicio que les debió organizar el día a día durante su niñez, porque ahora que ya es adulta, parece que ella sola no sabe ni barrer.