Montpellier, la capital de Languedoc, se ha convertido en un popular destino de vacaciones debido a su clima cálido y a su estupenda combinación de arquitectura espectacular, cocina y galerías de arte. Por encima de todo, es una ciudad de contrastes creativos que se mezclan para proporcionar al viajero una agradable sensación de placer.

Las estrechas calles peatonales de la ciudad medieval serpentean entre grandes casas adosadas y conducen a elegantes boutiques, bares techno, joyerías étnicas e inesperadas plazas donde puedes encontrar elegantes cervecerías y bares frecuentados por la población estudiantil. El propio tranvía, diseñado por Christian Lacroix, ha sido designado como el más sexy del mundo. Además, para expandir Montpellier se han contratado arquitectos de clase mundial cuyas obras enriquecen más la ciudad.

  • Promenade du Peyrou, un jardín con vistas

Para comenzar a explorar la ciudad, puedes subir al punto más alto, el famoso Promenade du Peyrou, un remanso de paz muy apreciado por los habitantes de Montpellier. Allí se crearon, a finales del siglo XVII, unos hermosos jardines con un panorama increíble. Desde la terraza superior, que cuenta con una bella torre de agua y una estatua ecuestre de Luis XIV, contemplarás una vista impresionante de los tejados de la ciudad, el Pic Saint-Loup e incluso los Pirineos en un día claro.

  • El centro con forma de moneda

El centro histórico recibe el nombre de L'Écusson por su contorno en forma de una antigua moneda francesa, el écu. Aquí podrás admirar las huellas medievales de la ciudad, como la mansión Gayon, construida en los siglos XIII y XV, o la Place de la Comédie, creada en el siglo XVIII y una de las áreas peatonales más grandes de Europa, con 230 metros de largo y 50 metros de ancho. Este es un lugar estupendo para pasear entre los atractivos edificios haussmannianos, la magnífica Ópera de Montpellier y las soleadas terrazas de los cafés donde puedes tomarte un descanso y disfrutar una copa fría del delicioso vino blanco de Languedoc.

La Place de la Comédie / Unsplash
  • El prestigioso Museo Fabre

A 5 minutos la Place de la Comédie, está una de las atracciones culturales más famosas de Montpellier: el reconocido Museo Fabre. Sus colecciones de pintura antigua, moderna y contemporánea lo convierten en uno de los museos más importantes de Europa. Es particularmente impresionante la Galería Columnas, que ofrece un notable panorama de la pintura histórica del siglo XVIII a través de sus obras de gran formato. En la exposición moderna, no se pierda la colección Soulages, compuesta por una veintena de cuadros del célebre artista contemporáneo.

  • El moderno barrio de Antigone

Más al este, en dirección a la orilla del Lez, llegarás a un barrio moderno caracterizado por su estilo neoclásico: el barrio de Antigone, diseñado por el arquitecto catalán Ricardo Bofill entre 1979 y 2000. Visto desde el cielo, la forma de este singular complejo de 900 metros de largo se asemeja a la de una llave. Descubre aquí las mejores plazas de la ciudad, como la Place du Nombre d'Or con sus chorros de agua, la Place de Thessalie, con su magnífica fuente inspirada en la antigua Grecia, o la Place de l'Europe, con su arco de edificios y jardines perfectos para relajarse.

  • El primer edificio hinchable de Europa

La remodelación de Antigone se ha extendido ahora hacia el oeste con un nuevo y ultramoderno Hotel de Ville (Ayuntamiento), una especie de cubo hueco con su propio sistema de energía hidroeléctrica. Philippe Starck también se unió al equipo de arquitectura de Montpellier y creó Le Nuage, el primer edificio hinchable de Europa y una maravilla arquitectónica. “La nube” es una burbuja de 3.000 m² hecha de plástico con servicios dedicados al fitness, la salud y el bienestar.