Oviedo, capital del Principado de Asturias, es una de las ciudades más elegantes de España y una maravillosa escapada de fin de semana. Con un tamaño perfecto para recorrerla a pie, es acogedora, amable, y coqueta, como hecha para un estilo de vida tranquilo y sencillo. “Es una ciudad como si no existiera”, dijo de ella Woody Allen.

Y así, tranquilamente, se recorre el peatonal centro histórico repleto de palacios, se descubren alguna de su más de cien esculturas y se admira la catedral gótica que preside la ciudad. Y cuando aprietan el hambre o la sed, la gastronomía de Oviedo es abundante y está surtida de aspectos culinarios casi míticos como el cachopo, los carbayones y, cómo no, la sidra.

Aunque en un día se puede conocer la ciudad, es una buena idea quedarse a dormir para disfrutar del buen ambiente del atardecer en los bares y visitar al día siguiente las dos impresionantes joyas del prerrománico que hay en las afueras de la ciudad, San Miguel de Lillo y Santa María del Naranco.

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Casco antiguo, Catedral de Oviedo y Bulevar de la Sidra

Merece mucho la pena visitar el Mercado del Fontán para conocer los productos de la gastronomía local, que incluyen pescados y mariscos, carnes, alubias y muchos quesos. A su lado, la Plaza de Daoiz y Velarde es una linda y colorida glorieta con tiendas y terrazas.

El casco antiguo, o el “Oviedo antiguo” como se le llama en la ciudad, tiene un sabor decimonónico inigualable. Es una obra maestra compacta de pequeñas calles bordeadas por casas adornadas con hermosos balcones y rebosante de cafés y restaurantes. En realidad, es la ciudad medieval que estaba dentro de la muralla.

En Oviedo hay dos visitas ineludibles. La primera es la Catedral, que se alza orgullosa al borde del casco antiguo. Especialmente por la noche, cuando la plaza está vacía, es muy hermosa. La segunda es la Basílica de San Juan el Real, una verdadera obra de arte, tanto por dentro como por fuera.

A la Calle Gascona se la conoce como el Bulevar de la Sidra. En Oviedo y en toda Asturias, la sidra es una experiencia cultural: se escancia desde bastante arriba para que airee y solo una pequeña cantidad a la vez. El camarero vigilará tu vaso y vendrá para rellenarlo.

El Campo de San Francisco es un parque de tamaño medio y muy bien cuidado que se encuentra en el centro de Oviedo y que incluye un estanque con patos pavos reales en libertad. Si prestas atención, podrás divisar la estatua de Mafalda sentada en uno de los bancos.

Santa María del Naranco / Pixabay

Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo

A unos 3 kilómetros del centro de Oviedo, sobre la ladera sur del monte Naranco, se encuentran las iglesias prerrománicas de Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo, precursoras del estilo románico que se impondría dos siglos después.

Santa María del Naranco es el templo más emblemático de Asturias. Fue construida en el año 842 e incluye una serie de innovaciones arquitectónicas, como las bóvedas de cañón, los arcos y los contrafuertes.

A 300 metros está la Iglesia de San Miguel de Lillo, parcialmente destruida en el siglo XI. Esbelta y hermosa, su altura es el triple de la anchura de sus naves y fue construida mediante bóvedas de medio cañón.