¿Es posible ver Munich en dos días? La respuesta es que sí. La capital bávara es una ciudad pequeña en que la mayor parte de sitios turísticos se encuentran en el centro de la ciudad.
Munich se organiza a partir de la céntrica Marienplatz. El antiguo y el nuevo ayuntamiento son los protagonistas de esta plaza. El primero, con más de 500 años de historia y el segundo, con un estilo neogótico, es seguramente la imagen más conocida de la ciudad.
Está precisamente en esta plaza donde encontramos dos de los miradores con mejores vistas de la ciudad. En primer lugar, la torre del Ayuntamiento donde se puede subir tanto por las escaleras como por el ascensor (pagando 2,5 euros). El único inconveniente es que los sábados y los domingos está cerrada. Pero no os preocupáis, si visitáis la ciudad en fin de semana, en la torre de la iglesia de Peter's, de que se encuentra a pocos metros de la plaza, también hay un mirador. A este se puede subir pagando un poquito más, 3 euros, y la subida se tiene que hacer caminante. Cuenta qué son muchas escaleras, pero las vistas se lo valen. En Munich hay pocos días claros, pero cuando el cielo está sereno incluso se pueden ver los Alpes.
Después de ver la ciudad desde el aire, podemos hacer un recorrido por las puertas históricas de la ciudad. Durante la edad media, Munich estaba rodeado de una muralla que protegía la ciudad y tenía cuatro puertas que permitían salir al exterior. De estas cuatro puertas, actualmente se conservan tres: Sendlinger Tor, Karlstor e Isartor.
De camino en las puertas podéis aprovechar el recorrido y pasear por algunas de las calles de tiendas más importantes de la ciudad como son Sendlinger Strasse, Maximilian Strasse y Neuhauser Strasse.
Detrás de esta última calle donde se encuentra la catedral de Munich, FrauenKirche, una de las atracciones turísticas más importantes. Una vez visitada, no os marchéis de la plaza donde se encuentra sin ver un monumento que reproduce en miniatura toda la ciudad. Es un buen lugar para situarse en el mapa y ver las distancias que hay entre los monumentos.
Mònica Escrivà
Otra de las visitas recomendadas es el palacio real de la residencia de Munich, utilizada como residencia oficial de los monarcas bávaros entre el año 1385 y el año 1918 y actualmente reconstruida en museo. ¡Os dejará boquiabiertos el Antiquarium renacentista! La entrada tiene un precio de 7 euros.
Para ir a la Residencia desde la Marienplatz, la mejor opción es subir por la calle Weinstrasse y de cami, hacer un paro en la plaza MarienHof. Andando por esta zona hay tres lugares imprescindibles con respecto a las compras: el Fünf Höfe, la Manufactum Warenhaus y Alois Dallmayr.
En primer lugar, el centro comercial Fünf Höfe. Es una galería comercial situada en un interior de isla paralelo en el Weinstrasse y que en los días de más frío permite coger calor mientras haces algunas compras. Además, casi siempre hay algún tipo de animación o iluminación.
En segundo lugar, en la plaza Marienhof, donde está la tienda Manufactum Warenhaus donde puedes encontrar todo lo que te imagines. Eso sí, siempre con muy buen gusto y un gran diseño.
Manufactum Warenhaus
Y también, la tienda delicatessen Alois Dallmayr, que hará las delicias de los más sibaritas.
Los frankfurts, la chucrut y la cerveza, son las comidas más conocido de Baviera, pero no todo se reduce a estos tres elementos típicos. En las diversas cervecerías que hay en la ciudad, la variedad es muy amplia.
La cervecería más conocida es la Hofbräuhaus, toda una experiencia que no os podéis perder por la comida, la música en directo por el ambiente que si respira. Además, esta cervecería tiene una curiosidad y es que los más asiduos dejan sus jarras de cerveza en unas estanterías cerradas con un candado.
La ciudad pero está llena de otras cervecerías también muy recomendables como la Ratskeller, situada justo bajo el Ayuntamiento, la Zum Spöckmeier y la Zum Franziskaner.
O la Biergarten Viktualienmarkt que como su nombre indica, se encuentra en la plaza Victualienmarkt. Una plaza muy recomendable aunque no coméis en la cervecería.
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Para los que preferís otros tipos de comida, una recomendación es Eataly München, un establecimiento comercial dedicado exclusivamente a la gastronomía italiana con varios restaurantes en el interior. O la hamburguesería Hans Im Glück, con una decoración peculiar con árboles en el interior.
Para hacer una pausa o para acabar las comidas con unos buenos postres, la cafetería imprescindible de Munich es el Maelu. Casi siempre está llena, sin embargo, no es difícil encontrar mesa. Un capricho totalmente recomendable.
Una vez vista la ciudad, podemos aprovechar para hacer alguna excursión. Eso sí, quizás necesitaríais algún día más en la ciudad. Hay operadoras turísticas que ofrecen excursiones de un día en el castillo de Neuschwanstein por 54 euros o en el campo de concentración de Dachau.
O más cerca, a sólo 20 minutos en trasport público desde Marienplatz también podéis hacer una visita al estadio del Bayern de Munich, el Allianz Arena. El Tour por el estadio tiene un precio de 19€ por adulto.
Mapa de los lugares imprescindibles para visitar en Munich
En este mapa podrás encontrar todas las referencias de los lugares y monumentos que aparecen citados en este artículo.