El escándalo Plácido Domingo no cesa. Hace tres semanas, nueve mujeres del mundo de la ópera lo denunciaron públicamente por acoso sexual. Pocos días después, la periodista de Tortosa Karmele Marchante relató su propia experiencia con el cantante: "Se acercó más de la cuenta, me invitó a su hotel...". Y ahora, once mujeres más también se declaran víctimas de él. En un primer momento, el artista se excusó aduciendo que "las normas por las cuales medimos las cosas son muy diferentes a las del pasado". Ni una palabra más. Pero ahora le ha salido un aliado bastante bocazas, el dramaturgo Albert Boadella.

GTRES

El exdirector de Els Joglars la ha liado con una defensa de Plácido Domingo que cruza todas las líneas rojas. Por una parte, señalando a las presuntas víctimas por no haber evitado el acoso o por no haberlo denunciado antes. "No le propinó un guantazo como cualquier mujer sensata que no desea ligar", escribe en su cuenta de Twitter. Y por último, defendiendo los tocamientos como un baboso: "Las manos de un macho no están para estar quietas precisamente".

Si había alguien que todavía no lo tenía claro, aquí está la prueba definitiva: a Albert Boadella se le ha ido la olla del todo.