Han pasado bastantes días desde su última salida de tono y ya lo echábamos de menos. Arturo Pérez-Reverte, irreverente como siempre, ha decidido empezar el año con una broma que no ha sentado nada bien a algunas víctimas del nazismo.
El escritor murciano necesita encontrar temas para sus nuevos libros y le pasa por la cabeza la idea de escribir sobre los campos de concentración nazis. Pero enseguida echa un vistazo a la biblioteca y se queda estancado. Se ve que hay un montón de gente que ha querido relatar el horror nazi antes que él y eso lo ha molestado. “Iba a escribir una novela sobre Auschwitz, pero ya no quedan personajes libres: La bibliotecaria de Auschwitz, La bailarina de Auschwitz, El tatuador de Auschwitz, El farmacéutico de Auschwitz, La enfermera de Auschwitz, El mago de Auschwitz, El violinista de Auschwitz...”. La misma broma con Mauthausen y Treblinka.
Pero el tuit ha llegado hasta Polonia y desde el Memorial de Auschwitz han contestado indignados al escritor. La organización pide respeto por la memoria de los más de 1,3 millones de prisioneros de este campo de exterminio. De estos prisioneros, 1,1 millones fueron asesinados (el 90%). El Memorial de Auschwitz considera que las palabras de Pérez-Reverte son la causa de que otros se tomen a risa la barbarie nazi y le piden que recapacite. La disputa entre el escritor y los responsables del Memorial se ha vuelto viral.
Pérez-Reverte ha dado por finalizada la conversación con otro comentario que le debe haber parecido súperingenioso: “Mi agradecimiento al Memorial de Auschwitz, pues les debo una tarde simpática. Me duele el dedo de tanto bloquear hoy a tuiteros humillados y ofendidos. Voy a dormir como un niño”. Seguro que a los miembros del Memorial de Auschwitz también les ha hecho mucha gracia.