La llegada de la Navidad, en vez de proporcionar paz, armonía y fraternidad, vuelve a encender los ánimos de las derechas españolas. Todos recordamos aquella frase de Cayetana Álvarez de Toledo a la exalcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, por el tema de la cabalgata de reyes magos: "No te lo perdonaré jamás". Las figuras de las fiestas y los pesebres son delicados, y abren el grifo de los ataques más inverosímiles. Ahora la diana se ha puesto en la Plaça de Sant Jaume de Barcelona, donde se ha instalado el tradicional belén de la ciudad. Sí, siempre despierta polémica. Pero de la crítica estética al insulto y el desprecio más abyectos, hay un abismo. Desde un machismo asqueroso con el "Puta Colau" a ridiculizar a los presos políticos "el Belén de la cárcel de Junqueras estaría mejor y más barato", todo apesta a espíritu ultra, catalanófobo y nada navideño.
El usuario responsable de esta cascada de insultos pasados de vueltas es un activo tuitero almeriense y aspirante a bot humano de la extrema derecha. Su cuenta es un poema. De los malos, claro está. El tipo se ha quedado bien tranquilo: "tremendo mojón de Belén. Como cada año, por otra parte. Puta Colau", "todos los años hay que contratar a un artista de mierda del putrefacto centro jipi de Barna a que expulse su diarrea mental con el dinero de todos", "artista y de Barcelona es algo que nunca debe ir junto", para acabar clamando "¿Es tanto pedir tener un Belén normalito, como Valencia o Madrid?". Un intelectual, vaya, que ha espoleado al grupo de cafres que le ríen las gracias.
En El Ejido, Madrid, Murcia, etcétera tendrán un belén muy decoroso, sí. Lástima de las hordas de votantes ultras que asquean mucho más que unas figuritas de navidad. Felices fiestas, trol.