Todavía no nos habíamos recuperado del polémico debate en TVE sobre las lenguas del estado, que ya volvemos a las andadas. La tropa españolista da por quemadas a Isabel San Sebastián, Anna Grau y Rubén Gil mientras saluda con energía a Bruno Bimbi, nuevo soldado del castellano. Bruno es argentino, escritor y doctor universitario en Estudios del Lenguaje. También una víctima, pobrecito. Se llevó el susto de su vida cuando cruzó el océano para estudiar en la Universidad de Barcelona. 'Pan comido', pensó. Pues no: llegaba a la tierra de la lengua más difícil de todas. El catalán. Peor todavía: lo enseñaban en las facultades, la gente la hablaba por las calles, en familia, con amigos. Estaba acorralado. Y aunque Bruno es intrépido y no le tenía miedo al cambio (estuvo 10 años en Brasil), no pudo con el esguince lingual y mental de asimilar la lengua. Un dramote, tú.

Bruno Bimbi / @brunobimbi

La cosa marcó tanto a Bruno que, como periodista que también es, ha decidido vaciarse en un artículo del siempre "tolerante" ctxt.es (en el que también forma parte del consejo editorial, parece ser). Tolerante menos cuando habla de Catalunya y su lengua, cultura, etcétera. Lleva un título nada ofensivo, sesgado ni premonitorio de la montaña de porquería que lleva en el interior: "Cómo se dice xenofobia en catalán". Por resumirlo: el "narrador" explica el infierno de ir a la universidad y descubrir que se dan las clases en catalán. En vez de adaptarse e intentar superar el impacto con naturalidad, empatía, respeto o inteligencia, optó por el victimismo y la altivez de falso "ciudadano del mundo", haciendo este vínculo que indicia el mencionado título. Se ha marcado un Cayetanazo de categoría pero desde la izquierda, Bruno. Casualidades de la vida. Lo que no es casualidad es la lista interminable de críticas que le han hecho, ni tampoco que Antonio Baños fuera a la yugular. Sobre todo por un tuit posterior de Bimbi, en el que insiste con su experiencia brasileña. De comunicador a comunicador, bien clarito todo.

Antonio Baños con la senyera / ACN

La película que se está montando el españolismo monolingüe es infumable. Y sólo le faltaban estrellitas invitadas.