Tomar un Cacaolat calentito en invierno es uno de los mayores placeres conocidos y, ahora que empiezan ya los calores, disfrutar de uno frío –incluso con un hielo- lo es otro tanto. Es así, además desde que allá por 1931, los dueños de Letona –Joan Viader y su hijo Marc- lanzaron este singular producto que va camino de los 100 años y es, al menos aquí en Catalunya, una institución, porque marca y producto se confunden. . Sin embargo, no todo el mundo lo ve así: una moza, llena de prejuicios y más dada a bebedizos menos sanos según todo indica, considera que premiarse uno con un Cacaolat en una cita a ciegas es poco menos que algo de lo que avergonzarse.

¿Muy cucú de la cabeza?

Lo hemos visto en Tik Tok estos días: la chica no tiene ni 25 años pero, entre indignada y estupefacta y, también, con un punto de sobreactuación, denigra a un pobre muchacho que tuvo la mala idea de quedar con ella y, en lugar de la consabida cerveza, se pidió un Cacaolat. Hacerlo, dice la moza, es propio de quienes están “muy cucú de la cabeza”. Lo suelta, eso sí, después de explicar que tal tragedia le sucedió “una vez que quedó con un pavo” que no la va “a volver a ver más el pelo”. Y todo, por un simple Cacaolat. Sinceramente, viendo cómo se expresa la chica y sus ademanes, casi dan ganas de localizar al “pavo” y felicitarle por su elección. Viendo a la muchacha y poniéndome en la piel del chico, casi diría que yo hubiese ido más allá: pidiendo un Cacaolat de vainilla –que los hay-, doy por seguro que la cita hubiese acabado mucho antes.

Mal negocio

El desafío del “pavo”, con todo, está teniendo efectos contrarios al que la moza pretendía porque, si algo ha logrado, es que las redes se llenen de gente que le da la razón al chico. Los que, como quien suscribe, pedíamos cervezas en los bares durante la primera juventud por el qué dirán en lugar de confortarnos con lo que nos apetecía de veras parece que somos muchos. Sea como fuere, no puedo hacer más que dar las gracias a la asilvestrada muchacha que, mostrando a las claras que lo del machismo también es cosa de ellas, relaciona alcohol con virilidad. 

Al final, todo queda en casa

Lo más curioso del caso es que la indignada chica ignora lo de verdad sustancial de esta historia: en Catalunya, el Cacaolat y la cerveza son hoy, casi siempre y en realidad, del mismo fabricante porque, desde 2021, Damm es la duela de Cacaolat, el batido de chocolate más famoso del mundo. Ahora, gracias a ella, lo es un poco más.