La hipersensibilidad del españolismo contra los símbolos catalanes es tan insistente como paranoica. La última muestra de histerismo todavía colea. La razón, la segunda camiseta del F.C.Barcelona, para la que la marca comercial que viste al club ha escogido el color tabú del unionismo: El amarillo. No habían pasado ni cinco segundos desde que conocíamos el diseño y "el jari" (que diría Israel García-Juez) ya estaba en marcha: "Asquerosa, trapo totalitario que homenajea a golpistas. Club repulsivo, al lado de los regímenes más abyectos". El brote de xantofobia (fobia al amarillo) de raíces catalanas se ha extendido en Twitter.
La asquerosa segunda equipación del Barça homenajeando a los totalitarios golpistas. Lo de este club es francamente repulsivo, siempre al lado de los regímenes más abyectos con tal de beneficiarse. pic.twitter.com/zPdjio8Yrm
— Murdock (@RicharMurdock) 8 de julio de 2019
Si tendrá motivaciones políticas el trapo totalitario amarillo que casi todo el estiércol que me insulta llevan lazito o tienen sus cuentas pintadas de color pis.
— Murdock (@RicharMurdock) 8 de julio de 2019
Enésima prueba culé de que es un club que no mezcla política y deporte. pic.twitter.com/y7fINnHq3E
— Bruce Wayne (@elmozo7) 8 de julio de 2019
Qué cosas tienes, si dijo Bartomeu que ellos nunca mezclarían política y deporte y que el Barça es un club ajeno a estas movidas políticas... Y a quién vas a creer antes, ¿a Bartomeu o a tus ojos? Seguro que el elegir el amarillo indepe para la segunda equipación ha sido casual pic.twitter.com/dWVVqT1i4k
— Diego J. Montero (@DiegoJMontero2) 8 de julio de 2019
Y que @Nike trague con esta mierda de #MermaAmarilla es para hacérselo mirar.
— Jaime Murillo (@JMurilloDoll) 8 de julio de 2019
Es realmente complicado ser capaz de escribir, pronunciar o incluso imaginar tantas tonterías sobre la camiseta culé y su relación con el drama y la injusticia de los presos políticos. Primero, por hiperventilados: La camiseta rinde homenaje a los 40 años de la Masia, imitando la camiseta de 1979. Pero es todavía más ridículo cuando, haciendo un breve repaso por las equipacions alternativas azulgranas, te encuentras con diferentes ejemplos de diseños similares, y que nunca habían ofendido las finas pieles del gallinero anticatalán. Todo ha cambiado con la cruzada contra los lazis. Bien, mejor dicho. nada ha cambiado. Sólo que hoy en día atacar a Catalunya tiene premio. Premios, ahora bien, que también les estallan en la cara.
Sí, ya en los 80 se adelantaron y apoyaron preventivamente a los presos. pic.twitter.com/wn6HuaMGWa
— Francesc Garriga (@fgarriga) 8 de julio de 2019
Que maravilla de camiseta de homenaje la del Fútbol Club Barcelona. pic.twitter.com/NkEIsnWHMH
— Vines FCB (@VinesFCB) 8 de julio de 2019
Mira, paleto. En los 70 pic.twitter.com/0ihgEEdFfw
— Barcelonítico (@culerato) 8 de julio de 2019
Sí, en 2009 utilizaron a Andrés para lo mismo... pic.twitter.com/dwr2O6osV9
— Jan ���� (@jansenes18) 8 de julio de 2019
Claro , por eso en los 70 llevaron una igual y en los 80 también , porque ya estaba de moda lo del independentismo , verdad ? Hay que ser muy subnormal para escribir algo sin tener ni puta idea .
— Rafa (@rafaartigas51) 8 de julio de 2019
En un concurso de analfabetos te descalificarían por exagerado.
— CescSenpauVillanueva (@cescsenpau) 8 de julio de 2019
Que maravilla de camiseta de homenaje la del Fútbol Club Barcelona. pic.twitter.com/NkEIsnWHMH
— Vines FCB (@VinesFCB) 8 de julio de 2019
La camiseta de por sí ya es preciosa, pero si además a la basura infecta como tú le molesta creo que ya no me quedan dudas sobre si comprármela
— Salva Vidal (@Salva_VidalM) 8 de julio de 2019
Esto es a lo que se llama ÑORDO?
— Yellow Polski ||☆|| ���� Союз #FreeAssange (@YellowPolski) 8 de julio de 2019
Es evidente que cualquier institución catalana es susceptible de ser una peligrosa herramienta en la maléfica estrategia independentista de presentar a los presos políticos como hermanitas de la caridad. Y todavía más en el caso del Barça, un gran catalizador del odio contra los "catalinos" o "catalufos", que ladra cada día contra la determinación democrática de un pueblo al que desprecian. Y "tanto va el cántaro a la fuente", como dicen en la península, que al final se rompe, y quedas retratados como lo que son: Intolerantes, cuñaos y hooligans. Dentro y fuera de los estadios de fútbol, claro está.