El Jueves hace sátira de cualquier cosa, incluso del nombre: "la revista que sale los miércoles". Su tono crítico y su humor irreverente, levantan ampollas. Nos toca vivir una época en la que las instituciones españolas ahogan cada vez más la libertad de expresión. Instituciones Penitenciarias decidió confiscar la semana pasada el último número de El Jueves que leía Raül Romeva en Soto del Real, porque la consideran una revista "políticamente incorrecta". Y la respuesta de los editores a un ataque tan flagrante a las libertades se tradujo en una viñeta punzante, que publicaron hace justo una semana.

Ayer empezó el juicio del procés y la revista editada en Catalunya lo lleva hoy a su portada. La imparcialidad de la justicia española ya no está ni en duda. Simplemente no existe. El juez Marchena carga una soga para ajusticiar a los acusados. "¿Qué le hace pensar que este juez no va a ser imparcial?", le pregunta un inocente Romeva a Oriol Junqueras, horrorizado.

Vale la pena fijarse en todos los detalles de la imagen. Los presos políticos, con un vestido a rayas y una bola en el pie, como si ya fueran considerados culpables. El grafiti de un cerdito que el mismo juez ha dibujado en el atril, y que representa a Puigdemont. Una evidencia de la independencia y la neutralidad de la justicia española.

El Jueves también carga contra el fiscal, al que caricaturizan con un pene en la cara que recuerda la carta que Miguel de Unamuno escribió hace más de cien años a Azorín. Decía el escritor que España merecía perder Catalunya porque la prensa madrileña "tiene un cerebro cojonudo (testículos en vez de sesos en la mollera)".

Pero sin duda, el detalle que más ha llamado la atención es el cerdo que aparece al fondo del banquillo de los acusados. Oriol Junqueras y Raül Romeva, a primera fila. Carme Forcadell, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, en la segunda. ¿Y en el banco del final? ¿Quién es, este cochino? Algunos lectores ya han construido su hipótesis.

Quizás, muy pronto, los mismos dibujantes de El Jueves desvanecen todas las dudas.