El Club Capitol de La Rambla está a punto de desaparecer. 93 años de historia que dirán adiós cuando acabe la actual temporada, obligado a cerrar por la decisión del propietario del local de no renovar el contrato con el Grup Balañá, que lo gestiona desde 1962. Nacido como cine y reconvertido en escenario teatral en los 90, el cierre cambiará la fisonomía de los alrededores de la Font de Canaletes, sepultando la memoria colectiva de decenas de generaciones de espectadores y artistas. La noticia ha provocado un verdadero incendio en las redes sociales, con un crítico de cine como Toni Vall encabezando el rechazo a la decisión del arrendatario, que engrosa la lista de establecimientos históricos de Barcelona que han sucumbido a la presión inmobiliaria y la especulación: "Realmente vomitivo la porquería de ciudad que está quedando"
Valla el Club Capitol de La Rambla. Aquí se explican los motivos. Realmente vomitivo la porquería de ciudad que está quedando. pic.twitter.com/mZnqCzihAX
— Toni Vall (@tonivall) 12 de diciembre de 2019
Con una platea medio desbaratada|desguazada, este clásico de La Cubana, la mejor obra que han hecho nunca. pic.twitter.com/KPGskReknv
— Toni Vall (@tonivall) 12 de diciembre de 2019
El teatro que Pepe Rubianes hizo sede pic.twitter.com/yujnxTTbHF
— Toni Vall (@tonivall) 12 de diciembre de 2019
Es una vergüenza, un escándalo monumental lo que está pasando con los equipamientos culturales históricos de Barcelona. A nadie le importa un rábano. Y L'@bcn_ajuntament pasa de todo. @AdaColau @jaumecollboni @ernestmaragall @elsa_artadi
— Toni Vall (@tonivall) 12 de diciembre de 2019
Vall ha compartido los motivos del cierre de una sala imprescindible para entender la cultura barcelonesa. Allí pudo disfrutar de obras maestras del cine y de tótems de la interpretación teatral, como el icónico Pepe Rubianes o La Cubana, que la consideraban como su propia casa. La denuncia y el recuerdo han provocado la reacción de grandes actrices y actores catalanes, indignados con la inacción de las instituciones y la desaparición de un patrimonio que hacía de Barcelona una ciudad especial. La emoción de Anna Barrachina y un "Cómeme el coco, negro" sobre las tablas de un escenario en obras, Ivan Benet incidiendo en la relación del gran actor galaico-catalán con el Capitol, Marc Martínez interpelando a las autoridades municipales bajo el lema "no se cierra" o Biel Duran llamando a no rendirse y a oponerse radicalmente a la pérdida del equipamiento cultural, son sólo algunas de las manifestaciones que deja el mundo del espectáculo.
Todavía recuerdo hacer cómeme el coco de La Cubana a "can pistolas" estaba en obras, la il lusió de recuperar un cine y reconvertirlo en teatro, la il lusió de hacer teatro en las ramblas, lamento profundamente que es pierda el teatro capitol, síntoma de una ciudad que se está perdiendo.
— Anna Barrachina (@BarrachinaAnna) 13 de diciembre de 2019
El Club Capitol cierra. Perder el emblemático teatro con dos salas, una de ella con el nombre del gran Pepe Rubianes, es una muy mala noticia. Vaciar el centro de Barcelona de teatros, llenarla de maletas de ruedas, hacer de las Ramblas un gran canal por|para los cruceros. Ideas. pic.twitter.com/Y5AOpDAgrA
— Ivan Benet (@ivanbenet) 12 de diciembre de 2019
EL CAPITOL NO SE CIERRA. @AdaColau @bcn_ajuntament @mossos @ANUE_ONU #ClubCapitol #CanPistoles https://t.co/GB8G42C8YV
— Marc Martinez ���� (@elmarcmartinez) 12 de diciembre de 2019
Que se cierren teatros con esta impunidad, un día tras otro, por intereses meramente inmobiliarios y especulativos, dice mucho de Barcelona, de su industria cultural y de sus administraciones. No nos rendiremos. pic.twitter.com/nsvVzT8RK3
— Biel Duran (@bielduran) 12 de diciembre de 2019
Si el progreso era eso, que paren el mundo, que muchos nos bajamos. Barcelona va perdiendo rasgos de identidad para reconvertirse en un gran centro comercial, sin alma ni gracia, dedicado al turismo y no a sus ciudadanos. Veremos si las administraciones se sienten aludidas e intervienen. Después será demasiado tarde.