Un tranquilo baño nocturno que acaba en un momento de pánico. Eso sí, con final feliz.

Una pareja se bañaba relajadamente en la piscina privada de un hotel de Zimbabue, cuando de repente, un cocodrilo de 1,84 metros se metió dentro de la piscina, que no era de muy grandes dimensiones.

En la grabación, captada por las cámaras de seguridad del hotel, se ve cómo el cocodrilo se acerca silenciosamente a la piscina por la zona de las hamacas (a la derecha de la pantalla), y entra en el agua.

En aquel momento, el hombre de la pareja sale rápidamente de la piscina, pero la chica no puede hacer lo mismo. Así, esta acaba desplazándose como puede hasta el otro lado de la piscina, en unos segundos de tensión donde el cocodrilo llega a tocarla, sin que eso llegue a consecuencias mayores. Afortunadamente, la chica consigue salir sin sufrir daños.

La grabación acaba con el cocodrilo moviéndose por el agua de la piscina, y con la pareja fuera. Difícilmente se atreverían a volver a meterse en lo que les quedaba de vacaciones.