La capacidad para la fantasía de los medios ultras del Estado es sencillamente digna de estudio. Sólo así se pueden entender la gran cantidad de tonterías que son capaces de expresar día tras día. Son incansables. Atención a lo que se puede leer en VozPópuli: "Nada de hablar castellano con los alumnos en pasillos, patio y comedor. El 98,5% de los proyectos lingüísticos de la escuela catalana veta el uso del castellano". Esto lo firma este digital que se vanagloria, en su cabecera, de ser un diario con "el valor de ser libres y fiables". Pues "ni libres, ni fiables". Lo único que parece que si tienen es valor, mucho valor, al permitir que este tipo de mentiras formen parte de su oferta "informativa".
El artículo es una verdadera demostración de cómo intoxicar, desinformar y atizar conflictos y que no se te caiga la cara de vergüenza. No sólo atenta contra el sentido común y la realidad que se vive en los centros educativos catalanes, sino que es una falacia de proporciones gigantescas. Y especialmente fácil de contrastar, por cierto. Sólo hace falta que alguno de estos supuestos "periodistas de investigación" del TBO visiten una escuela, algún patio, uno de los pasillos de los centros educativos que satanizan con alegría. Pero les importa un rábano, como ya hemos comprobado tantas y tantas veces. Pero una cosa es que sus mentiras ya no nos sorprendan, y otra muy diferente que no merezcan una respuesta contundente, sarcástica y punzante. Como las que encontramos a porrillo en las redes.
Así son las cosas en las redacciones más recalcitrantes del Estado. Quizás echen de menos la escuela franquista, tan tolerante cómo era. Todo el día imaginando monstruos, redactando tenebrosas historias para no dormir, y olvidándose (sí es que alguna vez las han aprendido) de las reglas más elementales del oficio de que dicen ejercer. Más madera, ¡es la guerra!