Ya tenemos enfrentamientos de cuartos de final de la Copa del Rey. Hay uno muy especial y que la Casa Real y el Rey Felipe han vivido unas cuantas veces. Athletic-Barça. El recuerdo, eso sí, es amargo: son partidos en los que tuvieron que aguantar sonoras pitadas al himno nacional por parte de las aficiones vasca y catalana. Una ofensa para el españolismo y una tradición festiva y reivindicativa para aquellos que la practicaban. A pesar de las maniobras de instituciones y de medios de comunicación, las ensordecedoras pitadas fueron despampanantes, sobre todo tratándose de la final de la competición. Ahora, sin embargo, los dos equipos se encontrarán en las eliminatorias previas a partido único en Bilbao. Felipe y el unionismo respiran aliviados: En San Mamés no sonará ni el himno ni la protesta, porque tampoco estará en el palco. Qué descanso.

Final Copa Rey Felipe Telecinco

El "premio" es además por partida doble. Porque sólo saberse del emparejamiento, ha empezado el goteo de mensajes de ultras que señalan, precisamente, que la eliminatoria dejará fuera a uno de los dos equipos que más detestan. Unos por "filoetarras", los otros por "lazis". Así funciona el cerebro del unionista medio. Ergo, si uno de los dos queda fuera, quiere decir que se aseguran de que o Barça o Athletic no repetirán el ultraje a la tonada patriotera. Un consuelo que deja a la vista el escozor que eso les produce.

Siempre se habla de sorteos con "bolas calientes". Espérate que no hayan vuelto a aparecer en la Federación para ir haciendo el trabajo a los intereses propagandísticos de la marca España. ¿Los vasallos del fútbol protegiendo a su amo? ¿O es el regalo de cumpleaños al jefe del estado?