La historia de la humanidad está llena de clasificaciones y rankings. 'El rey más duradero', 'la guerra más cruel', 'el descubrimiento más importante'... hay de todo tipo. Quizás no sea trascendente para el género humano en su conjunto, pero también hay categorías más específicas que tratan, por ejemplo, lo que pasa en un club de fútbol. Que narices, en uno que es més que un club, el F.C.Barcelona. En el apartado que valora la gestión y el legado de sus presidentes seguro que Josep Maria Bartomeu ocupa una posición destacada. Lástima para él que sea en la última posición de los mejores, o el primero de los peores. Esta es, cuando menos, la opinión de muchos socios y simpatizantes azulgranas, que no quieren ver a Barto ni en pintura. Y de hecho, está siendo así desde que se marchara del club, excepto dos o tres situaciones concretas. Hasta ahora.

Las redes sociales son un verdadero pozo de sorpresas. Sobre todo cuando el control de lo que se publica depende de la juventud. Grabaciones caseras que podrían pasar más o menos inadvertidas, quedando en el ámbito más familiar o de amigos, pero nunca convertirse en virales. Si no fuera, claro, porque un montaje sobre la sopa de galets de la comida de Navidad y la felicidad que genera entre los comensales nos acaba mostrando como ha disfrutado de las fiestas un personaje mediático como el mencionado Bartomeu. Participó de la broma en familia y ahora ve que el vídeo quema en la red y todo el mundo lo mira y alucina. Motius no faltan, y no sólo por el principal: verle haciendo el gorila, el zombi o directamente el indio en TikTok. Va con mascarilla, pero vaya, que si no es Josep Maria, 'me la corto y me hago monja', que diría Jaume Creixell.

Josep Maria Bartomeu bailando / Twitter

El hallazgo ha saltado de plataforma y ha dejado a los tuiteros con los ojos como platos. Las respuestas al documento gráfico son imparables y se ensañan con la escena. No por el baile de Barto, que hace reír, pero otros elementos no hacen tanta gracia. Por ejemplo, ver como en aquella familia las restricciones de 10 personas en un domicilio para celebrar las fiestas se las pasan por el arco de triunfo. Hemos contado hasta 16 personas, incluyendo a la abuela cocinera. Perdón, 17: también hay una mujer que trabaja en la casa con uniforme de otra época: ni le falta detalle, como la cofia. Este es el vídeo.

Las críticas también van en este sentido, poniendo incluso en duda que realmente fuera la veterana señora la autora de la receta que hace bailar a todo el mundo de alegría. Y para acabar de arreglarlo, el idioma escogido por el autor del montaje. Un castellano con dos o tres pinceladas de catalán residual y anecdótico. Las tortas son de todos los gustos y colores.

Josep María Bartomeu / Europa Press

Bartomeu no pasa desapercibido ni haciendo cameos en medio de una conga. Es famoso, y punto. Que lo tenga presente para el próximo vídeo viral. Quizás tiene madera de influencer y él todavía no lo sabía.