Marta Pombo es influencer pero quizás tendría que pensar en dedicarse a otra cosa. La hermana mayor de María Pombo tiene un trabajo bien sencillo: probar productos y hacer publicidad de las marcas a través de las redes sociales, donde acumula cientos de miles de seguidores. Sólo en Instagram tiene más de 380 mil. ¿Fácil, no? La popular madrileña hace de mujer-anuncio para que sus followers compren, y ellos esperan de ella total sinceridad. Pero una pifia garrafal de la instagramer ha destapado un escándalo que la deja en un ridículo absoluto: por error, Pombo ha compartido un vídeo criticando unas galletas dietéticas que acababa de promocionar.
"Soy muy mala cocinera, no tengo paciencia y acabo haciendo revuelto de tortitas. Pero la masa estaba muy muy buena. Y si os soy más sincera aún, les he puesto Nutella", explicaba Marta Pombo hace a penas unas horas en Instagram para anunciar unas galletas proteicas de Foodspring. Vídeo con dos partes. La primera, enumerando las bondades de la marca para sus seguidores. La segunda, el discurso que nunca tendría que haber visto la luz: las imágenes de la influencer hablando sólo para sus mejores amigos, confesando cómo de malo es el producto. "A vosotros os debo la verdad y nada más que la verdad, no podía decir que las tortitas sabían a dieta. Hay gente a la que le gustará pero a mí no. Pero no podía dejar así a la marca, ¿me entendéis? Tenía que decir algo positivo", revela. El vídeo tenía que ser privado, pero lo ha hecho público sin querer. Y se ha hecho viral enseguida, evidentemente, aunque se ha apresurado a borrarlo:
Pombo hunde la marca de galletas dietéticas y su propia reputación, con el lema "Emosido engañado" estampado en el frente después de tomarle el pelo a la gente. En cuestión de segundos pierde toda su credibilidad. Cualquiera puede pensar ahora que miente cada vez que anuncia un producto asegurando que es buenísimo. ¿Qué empresa la contratará para promocionar algo? ¿Es el final de su carrera de influencer?