Hay algunos sectores de la sociedad a los que les molestan más las denuncias sobre que en España hay presos políticos, que no el hecho de que en España haya presos políticos. Prueba de eso, lo que pasó ayer en el campo de concentración de Mauthausen, en Austria, uno de los campos de exterminio de la Alemania nazi donde murieron más republicanos españoles en la Segunda Guerra Mundial. Durante un homenaje a los represaliados, la directora general de Memoria Democrática de la Generalitat, Gemma Domènech, quiso recordar que Raül Romeva instaló la placa en memoria de los asesinados en el Holocausto. Pero cuando lo definió como "preso político", la ministra española de Justicia, Dolores Delgado, se marchó del acto, indignada.
La Generalitat no comparó en ningún caso la situación de los presos políticos catalanes y los exiliados con la de los prisioneros de los campos de exterminio nazis, pero hay quien, como la ministra, ha considerado que el solo hecho de recordar a Romeva en Mauthausen es una ofensa. Entre ellos, la revista 'Mongolia', que ha provocado un incendio en la red con estas palabras: “Esto es asqueroso. Comparar a un preso de Mauthausen con Romeva. Vomitad”.
Enseguida, una avalancha de críticos se les ha echado encima. Antonio Baños, el diputado de ERC Ruben Wagensberg, el periodista Eduard Voltas... y el fotoperiodista Jordi Borràs, con quien la conversación ha escalado hasta llegar a una discusión encarnizada. “Ni corregimos nada ni pedimos disculpas”, han acabat sentenciant des de ‘Mongolia’.
No es la primera vez que la revista provoca la furia del independentismo en la red. En el año 2017 la liaron pardísima en Twitter brindando por la aplicación del 155 en Catalunya, celebrando que el PP suspendiera el autogobierno de los catalanes.
'Mongolia' se define como una revista satírica, pero cuando se trata de azotar a los indepes abandonan el sentido del humor y se ensañan con rabia.