Muchos querrían llevar la vida de los bebés, aunque fuera por un día: dormir y comer; comer y dormir.
Ahora bien, ¿quién ha dicho que no se puedan hacer ambas cosas al mismo tiempo? Un niño nos ha enseñado que sí es posible... Aunque hagan falta peripecias para conseguirlo.
Al principio, puede parecer que el pequeño cierra los ojos por el placer que le provocan estos espaguetis a la boloñesa, pero no es así: se está durmiendo, y lucha contra eso para no parar de comer.
Es difícil evitar reirse con la imagen final del niño. Comiendo en el modo más natural posible (sin ropa ni cubiertos), el pequeño acaba casi más naranja que los espaguetis, repleto de tomate de arriba a abajo.
Con todo, queda la duda de si el bebé come a menudo en estas condiciones, o la fiebre de las redes sociales ha hecho que sus padres pongan de su parte para que acabe así.