Todos nos hemos llevado alguna vez las manos en la cabeza cuando hemos cometido un error grave o no hemos hecho bien nuestro trabajo. Ahora bien, cuando eso ocurre en el mundo de la construcción, el desastre puede ser absoluto. Si no, que les pregunten a estos obreros de Baltimore.
Mediante una excavadora, tenían el objetivo de derribar una casa de dos plantas. Una demolición, que aunque sea a pequeña escala, puede resultar visualmente espectacular y atraer la atención de la gente, como fue el caso.
Ante la atenta mirada de los vecinos, los planes de los obreros se torcieron cuando la excavadora tocó una pila de ladrillos que había sobre la casa y estos cayeron sobre el edificio del lado (una lavandería), que a raíz del impacto vio cómo toda la segunda planta quedó derruida.
Trabajadores y vecinos —entre los cuales se encontraba el propietario del negocio—, no daban crédito de lo que estaba ocurriendo como se puede apreciar con sus reacciones. A pesar de eso, el propietario declaró al Baltimore Sun que la aseguradora se hará cargo de la indemnización y que podrá reanudar el negocio. Quienes lo tendrán más difícil serán los obreros para que les vuelvan a contratar.