Es curioso como en las españas, tan proclives a lucir rojigualdas, tanto como se envuelven en la bandera española a la mínima que pueden, cuando ven otra bandera que no es la suya, empiezan a echar espuma por la boca y a sulfurar. Y si no, que se lo digan a una aficionada del CE Europa, a quien este pasado fin de semana la seguridad privada en el campo del Atlético de Madrid B femenino ha prohibido el acceso con una estelada en el partido que se jugaba en Alcalá de Henares. Según las imágenes captadas y colgadas en redes sociales por el programa de radio 'Toc Escapulat', dedicado a seguir al emblemático club barcelonés, un vigilante de seguridad intentó retirar la bandera diciendo que según "la norma, con las estrellas no se puede pasar". Incredulidad e indignación de los aficionados, y lo mejor, la sarcástica respuesta de uno de ellos al vigilante de seguridad: "pues la bandera de la Comunidad de Madrid tiene estrellas".

Sea como sea, una muestra lamentable, una más, de cómo más de uno y de dos empiezan a convulsionarse como Gremlins pasadas las doce de la noche cuando ven a alguien con banderas que no son la española. Que se lo pregunten también a muchos aficionados catalanes cuando han ido a alguna final de la Copa del Rey donde ha jugado el Barça y también les han requisado las esteladas. No solo las esteladas hacen poner nerviosos a algunos españoles. Las ikurriñas tampoco se salvan. Lo puede constatar un campeón de triatlón, un deportista vasco que este pasado fin de semana ha estado en el Campeonato del Mundo en Ibiza. Josetxo Mujika, durante una de las entregas de premios de su categoría senior, subía encima del escenario exultante y luciendo su bandera bien orgulloso.

Josetxo Mujika / IG
Josetxo Mujika / IG

Se encontraban en la discoteca Pachá para hacer la entrega de los premios y poner la guinda a un fin de semana exitoso cuando lo llaman por megafonía. La manera como el speaker dice su nombre ya es bien curiosa, castellanizándolo: "Campeón del mundo, representando a España... José Mujika". Cuando Josetxo Mujilka sube al lugar más alto del cajón, se pone la ikurriña por encima de los hombros esperando la medalla, cuando aparece en el escenario un hombre a mucha velocidad y empieza a cogerle la bandera para quitársela. Él se gira alucinado mientras algunos amigos suyos se quejan, "Eh!! Deja!!". Él, sin embargo, no se deja y bien orgulloso, alza la ikurriña al viento.

Como dice de fondo uno de los colegas del campeón, "Aupa Josetxo". Y tanto que sí. Bravo por él.