El pasado mes de noviembre Rosalia empezó a estrenar los temas de su tercer disco de estudio: "Motomami". El primero sencillo iba fuerte: una colaboración con el canadiense The Weeknd, uno de los artistas más famosos y escuchados de la actualidad. Los dos interpretaban 'La Fama' y firmaban un videoclip espectacular, con la catalana sobre un escenario con un vestido reluciente y su compañero artístico en primera fila en una especie de cabaré, dándole la réplica a ritmo de bachata: "Es mala amante la fama, no va a quererte de verdad". Fama y amor: dos elementos que han cobrado vida pasando de las letras del disco a la vida real.
Es lo que nos explica un usuario de Youtube que ha compartido una vivencia sorprendente que no olvidará por mucho tiempo. La experiencia empieza precisamente con el chico, que responde al nombre de Adri Castilla, sufriendo un accidente en la vía pública mientras escuchaba esta canción. Debe ser uno de los pocos que tienen el tema en su cuenta de Spotify, si hacemos caso de los reportajes de Telecinco (a pesar de acumular 65 millones de reproducciones). Merece una entrevista sólo por eso. Pero la narración de su historia lo está convirtiendo en un ídolo viral: "Esta canción casi causa mi muerte". Ya si eso otro día analizamos la verosimilitud de los hechos, pero se non è vero, è ben trovato.
Hace un mes Adri visitó un establecimiento muy conocido de pizzas, de donde salió con su especialidad favorita. El chico tiene gustos muy peculiares, porque le gustan las que llevan jamón, aceitunas y piña. Sí, podría ser constitutivo de un delito culinario, pero esta no es la cuestión. "Era un 14 de diciembre, noche de martes, pero no cualquiera, martes loco de Telepizza. Iba sonando 'La Fama' de Rosalía en mis cascos cuando de repente fui a cruzar el paso de peatones y noté como mi cabeza giraba y veía todo al revés, no me acuerdo de nada más después de eso. Negro". El siguiente recuerdo es el de estar en el hospital: "Me dijeron que me había atropellado un chaval en patinete eléctrico". El protagonista va bien servido de humor, porque confiesa que lo más doloroso no fue el choque ni las "quemaduras y la pierna reventada. Fue haber perdido mi puta pizza".
Cuando el destino cierra una puerta, siempre abre una ventana. O eso dicen. En su caso parece que fue así: "Cuando ya asimilo dónde estoy y qué ha pasado me giro y veo en la camilla de al lado la chica más guapa que he visto en mi vida tumbada con la cara llena de heridas y un brazo escayolado. Ella también había tenido un accidente hace unos días y estaba fatal". Adri, a pesar del traumatismo, fue rápido y astuto, lanzándose a la conquista de su compañera en urgencias. Un pico y pala que continuaría, asegura, días después en el centro médico. "Tras muchas horas y días solos hablando, riéndonos sin parar, decidimos vernos fuera. Hoy llevamos ya un mes y algo conociéndonos, creo que es la mujer de mi vida". El relato hace aguas en este punto, ¿pero quién somos nosotros para poner en duda una historia de amor? Pues eso. Por si acaso el chico añade una imagen de la parejita dándose besos en la cama del hospital. La historia corre como la pólvora en las redes.
"Encontré a la mujer de mi vida cuando me atropellaron con un patinete mientras escuchaba Rosalía", concluye el autor del comentario más loco de todos los que hemos leído en torno a las canciones de la de Sant Esteve Sesrovires. Rosi es muy grande: si los Bee Gees crearon la canción perfecta para hacer una reanimación cardiaca ('Staying Alive'), ella ha creado una para enamorarte después de que te embistan y te dejen K.O. ¿Es o no es una reina?