Hay muchas personas que van por la vida con unos humos, una soberbia y una altivez francamente irritantes, por ser suaves. Gente que se cree que los otros han venido a este mundo para servirles a ellos, para ir rindiéndoles pleitesía, para ir cumpliendo órdenes de manera servil, y sin mirarles a los ojos, ¡oh, sacrilegio!, y que, en definitiva, se piensan que el resto de la humanidad tenemos que satisfacer en todo momento sus órdenes. Pues se me ocurre un lugar donde enviar a toda esta gente. Un lugar a donde los ha dirigido un repartidor cuando ha visto unas peticiones peculiares, y nos quedamos cortos, cuando ha ido a hacer una entrega.
¿De qué? De un pedido de fast food de una conocida marca. Unas hamburguesas, unas patatitas fritas, "Supreme", con salsa de queso, un helado de galletitas con sirope de chocolate, una Coca-Cola... Perfecto para hacer pasar el hambre. Hasta aquí, todo correcto, ningún problema con la petición, con el menú, ni tampoco nada que decir con el precio: todo, precios razonables como los que nos podemos encontrar en cualquier casa de comida rápida, 9,45 euros, más gastos de envío, que hacen un total de 11,95 €. El cliente en cuestión pidió que un repartidor se lo llevara hasta casa, como hacen muchos otros. La sorpresa, sin embargo, del repartidor, fue cuando vio qué había escrito en las 'Observaciones' en el ticket. ¿Cuáles eran estas observaciones? Atención: "Después de traer la comida, bajar la bolsa de basura que hay en la puerta y no subir por el ascensor, que es solo para los vecinos"... Unos segundos para procesarlo... Ya puestos, no nos hubiera extrañado que le hubieran pedido también regar las plantas del jardín, hacerle la pedicura y planchar la ropa de la semana... Evidentemente, el repartidor ha estallado, con toda la razón del mundo: "Seguimos juntando gentuza para Bingo! Entre el clasismo tradicional, que nos considera inferiores, y el clasismo posmo, que nos considera inferiores también... pues se pueden ir todos un poquito a la mierda!". Amén:
Y después todavía habrá clientes abyectos que se quejarán si no les bajan la basura tal y como ellos han exigido al hacer el pedido. Absolutamente lamentable. Reacción masiva en redes al ver un ticket de la vergüenza que se ha hecho viral y donde todo el mundo ha dicho la suya:
El mismo repartidor sigue lamentando que "esto es solo un ejemplo. No es habitual pero tampoco excepcional ese tipo de cosas. Esto es de otro compañero. Pero vamos: "usa el montacargas", "entra por atrás", "bajame la basura" y similares... muuchas veces". Es francamente penoso que él y el resto de personas que se dedican a lo mismo, tengan que seguir encontrándose con mensajes como estos y sobre todo, con clientes con delirios de señorito. Todo el apoyo del mundo hacia ellos y su tarea.