¿Qué pasa a unos ratones si los alimentas durante días con tantas chocolatinas típicas de cafetería y tanta comida estándar como quieran? Pues un equipo de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) ha demostrado que se les activa la microglía, las células inflamatorias del cerebro, en el núcleo accumbens. Y eso favorecería la adicción a la comida y el aumento de peso excesivo. Esta investigación abre puertas a tratamientos innovadores de la obesidad.

El experimento

Un estudio liderado por científicos de la UPF revela que el consumo prolongado de alimentos altamente calóricos y apetitosos provoca cambios importantes en la funcionalidad del núcleo accumbens del cerebro. Estos cambios tienen un impacto profundo en las conductas alimenticias y se deben a la activación de la microglía y de procesos inflamatorios en la región cerebral mencionada. Para llevar a cabo el estudio, publicado en la revista Addiction Biology, un grupo de ratones fueron expuestos a lo que los expertos consideran una "dieta de cafetería", es decir, acceso ilimitado a comida estándar y a chocolatinas con alto valor calórico típicas de cafetería. El equipo científico liderado por Miquel Martín y Rafael Maldonado, investigadores principales del Laboratorio de Neurofarmacología de la UPF, ha comprobado que la dieta de cafetería provoca la activación de la microglía, las células inflamatorias del cerebro, en una región importante del sistema de recompensa y que tiene un papel crucial en el desarrollo de conductos adictivas: el núcleo accumbens.

"En un cerebro sano, la microglía se encarga de eliminar sinapsis no deseadas para ayudar en la maduración de los circuitos neuronales. Sin embargo, si la poda sináptica no funciona correctamente, puede resultar en una pérdida excesiva de sinapsis, como sucede, por ejemplo, en la enfermedad de Alzheimer," comenta Martín. La inflamación crónica inducida por la microglía afecta a las conexiones neuronales del núcleo accumbens, favoreciendo la adicción a la comida y el aumento de peso excesivo.

Hacia nuevas terapias para tratar la obesidad

Para comprobar el impacto que la microglía y la neuroinflamación ejercen en el funcionamiento del núcleo accumbens, los investigadores trataron a los ratones que seguían la dieta de cafetería con un inhibidor de la microglía. Estos ratones respondieron al tratamiento con la disminución de la ingesta de alimentos y la reducción del aumento de peso. "La identificación de este proceso neuroinflamatorio pone de manifiesto la importancia de los circuitos de recompensa en las alteraciones del comportamiento que conducen en la obesidad", señala a Martín. "Además, sugiere el interés por la respuesta neuroinflamatoria como posible diana para tratar la obesidad".

Un problema mundial

La obesidad ha alcanzado proporciones epidémicas a nivel mundial, con al menos 2,8 millones de personas que mueren cada año como resultado de tener sobrepeso u obesidad, según datos de la Organización Mundial de la Salud del 2017. "Mientras que antes esta enfermedad se asociaba únicamente a los países de altos ingresos, la obesidad se ha convertido en una enfermedad prevalente también en países de ingresos bajos y medios", asegura Martín. Y concluye, "Necesitemos encontrar una solución para la obesidad, y quizás tratar la adicción a la comida sea una aproximación complementaria para eso".