Uno de los grandes problemas que el Barça tiene para este mercado estival es la salida de Anssumane Fati. Hans-Dieter Flick comparte la misma opinión que Xavi Hernández, y no considera que tenga el nivel necesario para poder formar parte de la plantilla. Aunque en su momento llegó a ser considerado como el sucesor natural de Leo Messi, y la gran esperanza de La Masía, ha sido incapaz de evolucionar como se esperaba, y se ha quedado estancado.
Las constantes lesiones que ha sufrido durante los últimos años han provocado que el delantero de 21 años, que estaba destinado a marcar una época y pelear por el Balón de Oro, se pierda por el camino. Y durante su cesión al Brighton & Hove Albion tenía la oportunidad de reivindicarse y demostrar que sigue siendo un jugador de primer nivel, pero la ha desaprovechado por completo. De hecho, su caché ha seguido cayendo en picado, y no tiene espacio en los planes de ‘Hansi’.
Desde el Camp Nou tienen decidido que le volverán a dar salida, pero esta vez, esperan hacerlo traspasado a título definitivo. Han perdido la fe con el internacional español, y pretenden conseguir ingresos, y ahorrarse su elevada ficha, que es de 12 ‘kilos’ brutos al año. El problema, como era de esperar, es que hay muy pocos conjuntos que estén interesados en apostar por él, y que se hayan mostrado dispuestos a realizar una inversión de esta magnitud.
Pero había aparecido una oportunidad para poder perder de vista a Ansu para siempre, pues en Arabia Saudí hay varias instituciones que sí que estarían encantadas de poder contar con sus servicios. Y ya habían contactado con Joan Laporta y con Deco, para mostrar su intención de poner 30 millones de euros encima de la mesa, una propuesta que el Barça aceptaría al instante y sin pensarlo dos veces. Es el caso del Al-Ettifaq, el Al-Shabab, el Al-Fateh o el Al-Taawon.
Sin embargo, Fati no se plantea dejar Europa, y su intención es poder seguir compitiendo en la élite. Y a ser posible, en La Liga EA Sports.
Ansu prioriza el Sevilla
Más concretamente, el plan de Ansu es regresar al Sevilla, donde jugó cuando solamente era un niño, y donde los ojeadores del Barça lo descubrieron. El problema es que los andaluces no pueden afrontar el coste que tendría la operación, y solo podrían acogerlo a préstamo, y asumiendo una pequeña parte de la ficha.
Fati es un dolor de cabeza para Laporta y para Deco ahora mismo.