El Barça está a punto de salvar una situación límite. Después de encender todas las alarmas con la decisión del juez de denegar la cautelar para inscribir a Dani Olmo y Pau Víctor, la junta de Joan Laporta está cerrando los últimos detalles para activar la enésima palanca. En este caso, se trata de la venta de los asientos VIP de los próximos años del Spotify Camp Nou. Según ha adelantado el diario MARCA, la entidad blaugrana ha llegado a un acuerdo con varias empresas árabes para vender este activo a cambio de 100 millones de euros, una cifra que permitiría el registro en la Liga de ambos futbolistas y el retorno a la normativa de l'1:1 del fairplay financiero, clave para actuar con normalidad en las próximas ventanas de traspasos.
Joan Laporta termina el acuerdo en su viaje a Dubai
En solo 48 horas, el panorama ha mejorado de forma alentadora para el Barça. Laporta ha vuelto de su viaje a Dubai, en el cual ha acompañado a la delegación blaugrana que asistía a la gala de los Globe Soccer Awards - dónde se ha premiado tanto en Lamine Yamal como Aitana Bonmatí - con la casi total seguridad de haber cerrado el acuerdo. Solo faltaría que se efectúe el pago de estos 100 millones para oficializarlo, informa el mismo medio citado anteriormente.
De hecho, la Liga ya es conocedora de esta operación, que podría recibir una validación rápida. Una vez el Barça haya obtenido el dinero, tendrá que trasladar la documentación oficial a LaLiga para que valide los ingresos y poder, posteriormente, tramitar también las inscripciones de Dani Olmo y Pau Víctor. Ahora bien, tener que optar por esta vía también tiene su parte negativa, sobre todo a largo plazo. Y es que aceptar esta venta significa renunciar a otras propuestas emergentes que en futuro podían llegar a ofrecer una cantidad mayor de dinero, limitando una de las muchas fuentes de ingresos que tendrá el nuevo feudo blaugrana.
Evitar el aval personal y la importancia de volver a la normativa de l'1:1
Así, el Barça evitará tener que recurrir al aval personal. Esta era la última alternativa que tenía la junta de Joan Laporta para poder garantizar la continuidad de los dos fichajes del pasado verano durante el segundo tramo de temporada. En los anteriores dos veranos, ya tuvo que utilizar esta vía para inscribir a Jules Kounde y los dos Joaos (Félix y Cancelo); sin embargo, este año la quería evitar a toda costa.
Por lo tanto, si todo eso se confirma, el Barça llegará al 1 de enero con una cara totalmente nueva: olvidando el problema de las inscripciones y soñando con fichajes de más peso. Hasta que todo no esté cerrado al 100% no se podrá cantar victoria, pero las sensaciones en las oficinas culés son optimistas. Y es que Joan Laporta estaría decidido a activar esta palanca aunque el próximo 30 de diciembre el Juzgado de Primera Instancia conceda las medidas cautelares para inscribir Olmo y Pau Víctor. El club valoraría incluso retirar la demanda si acaba todo se acaba sellando antes.