El regreso de Gavi tras su larga lesión no está siendo como él esperaba. El joven centrocampista del Barcelona ha pasado de ser una pieza clave a tener un papel secundario en los planes de Hansi Flick, algo que no encaja con sus ambiciones. Su carácter competitivo y su deseo de ser protagonista lo han llevado a presionar al técnico alemán, y esa situación empieza a convertirse en un problema dentro del vestuario.

La irrupción de Marc Casadó, que ha demostrado un nivel altísimo como pivote defensivo, y el brillante rendimiento de Pedri, que está jugando a un nivel cercano al de los mejores centrocampistas del mundo, han dificultado que Gavi recupere su lugar en el once titular. A ello se suma la presencia de Dani Olmo en la mediapunta, consolidado como el enlace entre el centro del campo y el ataque, lo que deja poco margen para que el sevillano entre en la alineación inicial sin desarmar el equilibrio del equipo.

Flick es plenamente consciente de la situación y sabe que mantener a un jugador del carácter y la calidad de Gavi en el banquillo puede convertirse en un problema a largo plazo. Por eso, el técnico alemán se enfrenta a una decisión complicada: reconfigurar el centro del campo para darle más minutos al canterano o mantener a Marc Casadó como un fijo en sus esquemas, lo que podría intensificar el descontento de Gavi.

El migcampista del Barça, Gavi, en un partit de Lliga.
El migcampista del Barça, Gavi, en un partit de Lliga.

Hasta ahora, Casadó ha demostrado ser un pilar en la medular, aportando equilibrio defensivo y una capacidad para recuperar balones que Flick valora enormemente. Sin embargo, Gavi ha dejado claro que no está dispuesto a aceptar un rol secundario y que considera que está preparado para ser titular de nuevo. Su intensidad en los entrenamientos y sus actuaciones en los minutos que ha tenido en el campo respaldan su caso, aunque Flick todavía duda si arriesgar el balance que ha logrado con Casadó.

El entrenador alemán sabe que mantener contento a un vestuario lleno de talento y ambiciones no es tarea fácil. El equilibrio del equipo está en juego, y sentar a un intocable como Marc Casadó podría tener repercusiones en la estructura táctica. Aun así, Flick podría optar por una rotación más regular, en la que Gavi, Pedri y Casadó compartan protagonismo, especialmente en semanas cargadas de partidos.

La situación no solo es un reto táctico, sino también una prueba de gestión para Flick, que deberá encontrar la fórmula para que el equipo funcione sin descuidar las demandas de un jugador tan importante como Gavi. La pelota está en el tejado del alemán, y los próximos partidos podrían ser clave para resolver este dilema.