La organización terrorista Daesh ha reivindicado este mediodía el atentado en el centro de Londres donde murieron cuatro personas y una treintena resultaron heridas. La organización yihadista lo ha anunciado en un breve mensaje difundido por su agencia de noticias afín A Amaq, como pasó en los atentados inspirados por el grupo en Niza y Berlín.
Esta tarde, Scotland Yard ha identificado el atacante como Khalid Masood, de 52 años. Masood es un británico nacido en el condado de Kent (sudeste de Inglaterra), avia estado condenado por agresiones violentas y posesión de armas, pero no por cuestiones relacionadas con el terrorismo.
La primera ministra del Reino Unido, Theresa May, ya había adelantado aquest matí que la persona que perpetró el atentado ayer en Londres era británico, conocido por los servicios secretos y con antiguas conexiones con la violencia extrema. En una comparecencia en la Cámara de los Comunes, May ha informado de que el atentado de ayer ante el Parlamento fue un "ataque contra todas las personas libres" y que el Reino Unido "no tiene miedo".
La jefa del Gobierno también ha agregado que el atacante actuó solo y que "no hay razones para pensar" que se hayan planificado más atentados contra la población. Según ha explicado, la identidad del agresor es conocida de la Policía y por los servicios secretos británicos MÍ5 (interno), pero que el caso de este individuo está relacionado con el pasado. "Fue una figura aislada. Su caso no forma parte de la actual situación de inteligencia. No había (información) de inteligencia previa a este intento (de atentado) o de un complot", ha señalado la primera ministra ante la Cámara.
El ataque tuvo lugar este miércoles, cerca de las cuatro de la tarde, cuando un coche atropelló a varias personas en el puente de Westminster y después se estrelló contra las rejas que rodean el Parlamento. Minutos más tarde, el conductor salió del coche y apuñaló a un policía al intentar entrar en el edificio parlamentario. Finalmente, fue abatido por los agentes del orden que estaban en el lugar, cuando se disponía a atacar a otro agente.