Interrogatorio en el último día de campaña electoral. La presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, se ha sometido este viernes a las preguntas que le han formulado los senadores que forman parte de la comisión de investigación del caso Koldo. Durante su comparecencia ha denunciado, precisamente, que haya sido citada a declarar a las puertas del 9-J. En respuesta a las preguntas de PP, Vox y UPN, se ha quejado de que ha sido víctima de la 'maquinaria del fango' y que ha sido citada en el Senado en tanto que es la presidenta de la cámara baja y una de las caras más visibles del PSOE. Ha reivindicado que eso se ha puesto de manifiesto cuando el vocal del PP en esta comisión, Luis Javier Santamaría, le ha preguntado si el gobierno de las Baleares que presidió recibió alguna vez una carta de recomendación por parte de Begoña Gómez, esposa de Pedro Sánchez. "Detesto su manera de hacer política", ha aseverado Armengol después de acusar a los senadores de derecha y ultraderecha de quererla "inhabilitar".

Paralelamente, ha reconocido que conocía a Koldo García, pero ha negado que haya participado nunca en ninguna conversación para facilitar la contratación de la empresa de la trama. También ha negado que el certificado que realizó su gobierno a la empresa Solucionas y Gestión sirviera posteriormente para ser avalada en contratos con Puertos del Estado o ADIF. Y ha enmarcado en la normalidad mantener almacenadas mascarillas por valor de 3,7 millones de euros. En primer lugar, Armengol ha negado que el certificado que realizó su ejecutivo a la empresa vinculada a la trama Koldo por la compra de mascarillas sirviera posteriormente como aval para que otros organismos como Puertos del Estado o ADIF contrataran a esta empresa.

La actual presidenta del Congreso de los Diputados ha señalado que el certificado se realizó en agosto del 2020, mientras que los contratos de Soluciones y Gestión con Puertos del Estado, ADIF, el Ministerio del Interior y las Islas Canarias se produjeron antes de aquel mes estival.

La socialista ha enmarcado dentro de la "lógica" que se realicen este tipo de certificados cuando una empresa lo pide. Así, ha reivindicado que el documento no especifica si la mascarilla está en buenas condiciones o no, sino si se ha recibido dentro del plazo y las cantidades pactadas. Asimismo, ha negado que el certificado sirviera para posteriores contratos con Ferrovial, en tanto que esta empresa es lo bastante importante y conocida para ser avalada por ella misma.

Un millón y medio de mascarillas por valor de 3,7 millones de euros

Por otra parte, Armengol también ha defendido la legitimidad de haber pagado 3,7 millones de euros por 1,5 millones de mascarillas a la empresa del caso Koldo y después tenerlas almacenadas. Ha recordado que se trató de una compra de emergencia y que después de comprobarse que las mascarillas no servían para uso hospitalario, se decidió reservarlas como stock por si llegaba una nueva ola mortífera de la pandemia de la Covid-19, en tanto que sí que servían para uso civil; así como reclamar que la empresa devolviera el importe de la diferencia, en tanto que se había pagado por valor de un tapabocas de uso hospitalario.

Su relación con Koldo García

Quien fue durante la pandemia presidenta de las Baleares ha seguido las mismas líneas maestras que en su comparecencia en el Congreso de los Diputados a mediados del mes de mayo: ha reconocido que conocía a Koldo García en tanto que era asesor del entonces ministro de Transportes, José Luis Ábalos. Pero ha reiterado que en su carrera política nunca ha abordado ninguna contratación de ninguna empresa. "Yo no entré en política para eso", ha aseverado a la socialista este viernes en la cámara alta. Yo estaba para las cosas que me competían a mí; yo no podía centrar mi atención sobre un contrato de 3,5 millones de euros cuando en aquel momento había cerrado el puerto y el aeropuerto, cosa que implicó una caída del 21% del PIB," ha resumido.