El gobierno español parece que no considera que la sentencia del Tribunal Europeo de los Derechos Humanos de Estrasburgo sobre el caso del líder de la izquierda abertzale Arnaldo Otegi ponga en entredicho la justicia española. Así lo han negado, cuando menos, el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, y el de Exteriores, Josep Borrell, desde los pasillos del Senado.
Además, los dos han hecho un llamamiento a "respetar" el dictamen y a no cuestionarlo "como pasa con todas las sentencias judiciales". "Sentencias que nos pueden gustar más o menos, pero se tienen que respetar", ha comentado Borrell.
Marlaska, por su parte, ha insistido en negar que la justicia española esté en entredicho después de la sentencia. "Somos el país donde menos aspectos son objeto de debate y donde menos veces se nos ha dicho que hemos vulnerado derechos fundamentales.
Sería poner en entredicho la justicia de todos los países del Consejo de Europa, porque a todo el mundo se le ha dicho alguna vez que pueden haber vulnerado derechos fundamentales", ha dicho. El ministro de Interior, además, ha argumentado que hay que mostrar "respeto" por la sentencia porque "tiene la misma legitimidad que la de la acumulación de condenas de hace unos días".