El grupo parlamentario de la CUP, y también negociadores, no han querido hacer ninguna valoración política de la propuesta de acuerdo que esta mañana ha presentado Junts pel Sí. Un documento que los cuperos llevarán a las territoriales y domingo lo someterán a votación en la asamblea prevista en Girona. Todos los militantes y simpatizantes votarán la propuesta, salvo los diez diputados que la presentarán, pero ni orientarán el voto ni tendrán una posición conjunta. "Somos representantes, intermediarios", han añadido para justificar que no participarán de la votación.

"Es una aproximación que ellos han intentado hacer a nuestras propuestas", se ha limitado a decir el diputado Albert Botran esta tarde en el atril del Parlament, acompañado de los diez diputados. Según Botran, el plan de choque social es en "respuesta a la emergencia social que ha dejado la crisis capitalista en este pequeño rincón de mundo".

La CUP no cree que JxSí ceda en el nombre del presidenciable, aunque la asamblea tumbe la investidura de Artur Mas. "Si no lo han hecho hasta ahora...", ha argüido Botran. En caso de que el cónclave apruebe investir a Mas, un consejo político posterior decidirá la forma, es decir, si se hace en primera votación –6 votos a favor– o bien con una abstención y dos votos favorables.