Desde hace diez años que los Mossos patrullan las autopistas y las vías rápidas de Catalunya para evitar que los ladrones se aprovechen de los turistas y de los viajeros despistados. El año 2012 la Comisaría General de Movilidad, desde la División de Transporte, puso en marcha la Unidad Operativa de Movilidad, la conocida UOM. La unidad que ahora comanda al sargento Ivan Clotet ha cambiado mucho durante estos años. Lejos de ser la unidad de aquel 2012, que patrullaba a la caza de ladrones en caliente, ahora ha evolucionado: después de detectar cuál es la modalidad delictiva que utilizan los ladrones en la carretera, se han ido especializando hasta llegar a la UOM actual que se ha centrado en la investigación, la instrucción y el análisis de los ladrones que trabajan en las vías rápidas de Catalunya con el fin de poder sacarlos de circulación. Después de repasar denuncias y más denuncias, de analizar todos los robos y hurtos que se registran en las carreteras más transitadas del país (AP-7, AP-2, A-2, C-16, C-25, C-31, C-32 y C-58) los Mossos vieron que los ladrones que se ganaban la vida lo hacían de manera estacional y también de manera muy organizada y entrenada.
Con esta información es la que trabaja y construye su estrategia la Unidad Operativa de Movilidad que investiga a los ladrones más allá de la carretera, para saber dónde viven, de qué más viven, quiénes son y qué hacen. Cuándo pueden acreditar que forman parte de una organización criminal, entran en su casa y los detienen. El objetivo es tener el máximo de información posible para poder entregarlos al juez con el máximo de pruebas, con todos los delitos juntos, acusados de ser banda criminal y esperando que el magistrado acuerde prisión provisional o, cuando menos, una innovadora condena que ha conseguido esta unidad: la orden de alejamiento de la autopista.
¿Quiénes son los ladrones que roban en la carretera catalana?
El sargento Clotet tiene una radiografía muy clara de quien son los ladrones que actúan en las carreteras de Catalunya. No se trata de delincuentes muy violentos. La mayoría de los hechos son hurtos, más de un 50%. Los ladrones no atacan a las víctimas. Se aprovechan de descuidos en las áreas de servicio o les provocan descuidos en plena carretera, y cuando no están pendientes, les roban bolsos de mano o maletas de los coches. El 30% de hechos son los conocidos como "teloneros". Grupos organizados que se mueven por las áreas de servicio de las vías rápidas y aprovechan que los camioneros están lejos del vehículo o durmiendo para agujerear la lona del camión y hacerse con la mercancía.
Durante los meses de confinamiento y restricciones, cuando no había coches en la autopista y se multiplicaron las compras por internet, los ladrones encontraron en esta modalidad una sustitución a los turistas que habían dejado de transitar arriba y abajo de vías como la AP-7. Los robos violentos en las carreteras catalanas no llega al 2%, según los datos de Clotet. Y la mayoría de veces es por un hurto que se complica, que la víctima ofrece resistencia y que el ladrón lo golpea o lo agrede. Son casos muy contados, asegura el sargento.
Los ladrones tienen sus técnicas, saben para dónde entrar en las autopistas e incluso dónde girar para evitar pagar o ser pillados. En ruta, los delincuentes pueden llegar a pinchar la rueda de las víctimas en áreas de servicio o cuando se detienen a un peaje para ofrecerlos ayuda al cabo de unos kilómetros y, aprovechando el descuido, robarles.
Los ladrones están muy focalizados en este negocio. Algunos de ellos solamente saben hacer este tipo de delitos y se han ido profesionalizando mejorando su propia seguridad y también los métodos para evitar ser pillados por los Mossos d'Esquadra. La policía tiene contacto directo con las casas que alquilan los coches que pueden utilizar a los ladrones. Primero los alquilaban durante un mes, para ir haciendo carruseles por la autopista, pero vieron que levantaban la liebre. Ahora los alquilan durante dos o tres días, solamente. Para pasar más desapercibidos. Tampoco usan coches sustraídos: las medidas de control que hay a la mayoría de vías rápidas de Catalunya harían saltar las alarmas mucho más rápido.
"Una vida normal"
Los Mossos d'Esquadra consiguen llegar hasta el bloque de pisos donde viven, el lugar donde hacen vida normal y donde nadie sospecha que son verdaderos expertos de los robos en la carretera. Según explica el mismo sargento, a los ladrones que tienen detectados, o que han detectado en otras investigaciones, llevaban una vida normal que nada hacía imaginar que se dedicaban a los robos.
El dinero que ganaba, que podía variar según la suerte y acierto de encontrarse con algún turista con una gran cantidad de dinero en metálico, lo invertían en los alquileres de los coches, pagar las pensiones donde dormían y se lo gastaban, en el día a día, y algunas veces, en fiestas. La mayoría de los ladrones son de nacionalidad extranjera, la mayoría de la Europa del Este, sobre todo rumanos y kosovares.
Las órdenes de alejamiento, la condena clave
Una de las herramientas que mejor resultado ha dado a la UOM es la que algunos jueces ya han puesto en marcha y que han permitido sacar de la carretera un buen número de ladrones: las órdenes de alejamiento. Cuando los Mossos acreditan reincidencia y modus vivendi, algunos jueces han aceptado que una buena manera para hacer frente es dictar una orden de alejamiento de los ladrones de su medio, la carretera. De esta manera, los Mossos no las han de pillar robando, únicamente detectándolos pueden ser detenidos por un delito de ruptura de condena.
El sargento explica que los ladrones saben que el orden de alejamiento es una forma de no entrar en la prisión, una manera de evitar ser encerrado, pero que se tiene que cumplir. "Las órdenes de alejamiento de la carretera nos funcionan", asegura Clotet, que explica que los ladrones "desaparecen". Muchos no saben dedicarse a ningún otro sector de robos y optan por marcharse, sea a su país o en otros puntos de España donde la policía no está tan especializada en la guerra contra los ladrones de la carretera. Desde que esta unidad, de manera coordinada con varios jueces de varios partidos judiciales de Catalunya trabajan con los alejamientos, se han dictado un total de 40 órdenes, de las cuales hay, actualmente, unas 25 vigentes.
Conseguir este medida fue clave para sacar de circulación una de los jefes de la banda que se pudo detener en la operación Sylejman, en la zona de Tarragona. Una de las detenciones que hizo la UOM fue la que sumaba 100 de uno de los ladrones, después de ser apartado judicialmente, el hombre tuvo que encontrar otro modus vivendi, lejos de la carretera.