Cuando hablamos de Silicon Valley se nos viene a la mente el hecho de la libertad financiera, galopante tecnología y muchísima innovación, pero esto ha cambiado.
Casi sin darnos cuenta, empresas y personas comienzan a realizar un éxodo de California, lo que era “Silicon Valley” ahora pudiera estar en Texas.
¿Por qué se va la gente de San Francisco?
Desde la década de los años sesenta, miles de jóvenes de todos los Estados Unidos se iban a Silicon Valley buscando libertad y oportunidades tecnológicas, sin embargo, esto ha cambiado.
En estos momentos, la capital de Texas parece ser la que mejores ofertas presenta para las tecnológicas y el tema de impuestos también tiene beneficios con los cuales San Francisco no ha logrado competir en los últimos años.
Por supuesto, la influencia que sigue teniendo Silicon Valley a nivel mundial es importante, pero ya las internacionales asiáticas le han dejado atrás, y ahora parece que Austin sería quien termine de acabar con ese “sueño americano” que existía en dicha región de los Estados Unidos hasta hace unas décadas.
Compañías que ya se han comenzado a marchar…
Parece que el sueño de los jóvenes calificados tecnológicamente ahora se centra en Texas. De hecho, las grandes firmas Big Tech ya disponen de negocios y estructuras para funcionar allí.
Hay bajos precios en vivienda y salarios ajustados a la realidad de estas compañías. Algunas de estas compañías son Apple, Facebook, Google y Tesla.
Apple ahora dispone de un nuevo campus en Austin, Facebook por su parte; instalará su rascacielos más grande después de su cuartel general en Menlo Park.
¿Qué papel cumple la sociedad hispana?
Si bien, Hispanoamérica tiene presencia en todos los Estados Unidos, un 33% de la población pertenece a esta corriente. Por ende, ya existen tensiones sociales sobre el tema de documentación, salarios y requisitos para laborar en la región.
Muy probablemente la economía estadounidense deberá presentar soluciones a quienes ya cuentan con sedes organizadas en Silicon Valley, ya que el proceso de cambio de Austin podría ser aprovechado por compañías extranjeras que deseen ser el “centro tecnológico del mundo”.