Ahorro, comunidad y sostenibilidad. Con estas tres premisas nació Zenit Solar, una compañía que impulsa y acelera la creación de comunidades energéticas inteligentes y sitúa a la ciudadanía y a las empresas en el foco de dicha transición. "Estamos viendo un movimiento de transición energética en Europa en el cual nos hemos propuesto unos objetivos de descarbonización ambiciosos. Vamos hacia un modelo más democrático, participativo en renovables y buscando una sostenibilidad en la sociedad", apunta Oihan Goenaga, uno de los fundadores del negocio. En este sentido, argumenta que la Comisión Europea ha defendido que para alcanzar dichos objetivos serán clave las comunidades energéticas y el autoconsumo colectivo.
Aquí es donde entra el proyecto, puesto que une a ciudadanos, bloques de viviendas, empresas o entidades para autoconsumir energía renovable. "Utilizamos la red ya existente y conectamos a los generadores de energía con los consumidores hasta un máximo de 2 kilómetros". Así, el emprendedor critica que en el mercado tradicional hasta el 60% de lo que se paga cada mes son impuestos y peajes. "Con Zenit pasamos a una línea directa entre la generación y el consumo de energía, de manera que todo el valor queda en manos de los participantes".
Creación y gestión de comunidades energéticas
¿Y cómo lo hacen? Desde la start-up han desarrollado una plataforma que asiste en todas las etapas de creación y gestión de comunidades energéticas. En este caso, el usuario debe introducir su dirección y se filtran todos los proyectos que estén ubicados en un radio de 2 kilómetros. "Somos como un Tinder, pero de energía. Hacemos de matchmaker, el consumidor se convierte en una pieza más del puzzle, el cual resolvemos en colectivo, aplicando un algoritmo inteligente que distribuye la energía disponible entre el colectivo", explica. Así, los usuarios que participan comparten energía y de esta manera se optimiza, aprovechando así todos los excedentes. "El productor comparte la energía, obtiene un retorno y el consumidor ahorra, todos ganan". Goenaga sostiene que, con la plataforma, se aseguran que siempre hay un margen para que el consumidor tenga éxito y ahorre hasta un 20%, a la vez que el productor también saca un beneficio.
"Somos agnósticos porque no somos ni titulares ni propietarios de los proyectos, hacemos de intermediarios", defiende, y agrega que la plataforma es como un "escaparate" para posicionar tanto los proyectos como los productos. "Cualquiera puede entrar con su propuesta, cualquiera que quiera ubicar sus excedentes y compartirlos con los ciudadanos de su alrededor". Así, proponen un conjunto de herramientas digitales basadas en análisis de Big Data y Machine Learning para ayudar a estos promotores a la creación y posterior gestión de comunidades energéticas inteligentes. Simplificando la conexión entre participantes, personalizando la distribución para utilizar de manera óptima la energía generada, respondiendo a la necesidad de flexibilidad de la demanda en la red y maximizando los beneficios de participar en el autoconsumo compartido.
Pobreza energética
En cuanto a los problemas a los que se enfrentan, Goenaga hace hincapié en dos: poner de acuerdo a todas las personas posibles, ya que el 65% de la población española vive en bloques y en segundo lugar las múltiples ingenierías y las barreras para entrar. "Hay que realizar patrones de consumo para los ciudadanos, para las empresas y para las administraciones. Hay que evitar al máximo los excedentes energéticos, que a veces alcanzan el 50% del total". De esta manera, desde Zenit han monitorizado el cómo se distribuye la energía y así frenar la pobreza energética. "Prácticamente, el 10% de la población se encuentra en un estadio de pobreza, la calefacción o el aire son un lujo para ellos, ni pensarlo lo de la instalación fotovoltaica para ellos". De hecho, comenta que el proyecto nació por la crisis climática actual y con el objetivo de enseñar a optimizar las herramientas que ya existen y no trayendo nuevos inventos. "Coches compartidos, seguridad compartida... la energía compartida también va a tener una gran relevancia en Europa".
Rumbo a la segunda ronda de financiación
En cuanto a la financiación, recibieron un primer neotec (ayuda pública para empresas de base tecnológica) y llevaron a cabo una primera ronda de financiación de 100.000 euros que acompañaron con un Enisa. Paralelamente, han conseguido alguna ayuda más de investigación a lo largo de este año y a medio plazo tienen prevista una ronda de financiación.
Hace unas semanas, la compañía entró en el programa de Eria, el corporate venturing para acelerar start-ups del grupo Estabanell. Con 600.000 euros de presupuesto para este año, el programa gira en torno a dos ejes como son poner en contacto a la compañía con el ecosistema emprendedor e incorporar servicios, productos y tecnologías para mejorar y hacer más eficiente los servicios que ofrece a sus clientes.
Comunidades energéticas en Europa
Entre los proyectos de la compañía destaca la Comunidad energética de El Prat de Llobregat o la comunidad energética industrial de Sant Lluís (Menorca), en la que también participa el Instituto de Energía de las Islas Baleares. Entre otros, actualmente asesora al Ayuntamiento de Orio, en el País Vasco, donde tiene como objetivo proporcionar servicios energéticos a los ciudadanos a través de su plataforma digital.
Según Goenaga, el autoconsumo colectivo se ha multiplicado por 21 en Catalunya este año y "muchas energéticas están pivotando, se han dado cuenta de que existe esta nueva modalidad de autoconsumo colectivo y se han sumado", puntualiza, y añade que la Comisión Europea estima que el 50% de la energía se producirá y consumirá en comunidades energéticas para el 2050