Tan solo hace falta ver las cifras de ventas que está logrando algunos SUV de Toyota para darse cuenta de que cada vez son más los conductores que apuestan por este tipo de vehículos, entre otras cosas porque son modelos que cuentan con motores híbridos auto recargables, la mecánica de moda en España y en Europa, y con una fiabilidad por encima de la media.

Sin embargo, no es que sea precisamente pocos los que sigan apostando por un tipo de carrocería mucho más tradicional pero que para según qué usos acaba siendo mucho más interesante, así como otro tipo de motores que siguen siendo también muy interesantes.

 

Un buen ejemplo de ello es el Skoda Octavia, una de las pocas berlinas que sigue resistiendo al auge de los su con buenas cifras de ventas y que sigue apostando demás por un tipo de motor cada vez más arrinconado: los motores diésel.

El Skoda Octavia diésel, una buena berlina para hacer muchos kilómetros

Más allá de que este modelo puede presumir de tener mucha más capacidad de carga que la inmensa mayoría de los más vendidos en nuestro mercado, no es casualidad que asco das siga apostando por el motor 2.0 TDI diésel de 116 caballos, entre otras cosas porque es un modelo que, asociado a una transmisión manual, acabar ofreciendo un consumo más bajo que el que tiene el motor micro híbrido de gasolina y automático de 116 caballos.

En una media homologada de entre 4,3 y 4,4 l a los 100 de consumo, este Octavia sigue siendo la mejor opción para aquellos que buscan mucha habitabilidad y mucha capacidad de carga con un modelo pensado, especialmente con este motor, para hacer muchos kilómetros al año a altas velocidades.

 

Con un precio de partida de poco más de 33.000 €, se convierte en una compra muy racional, además teniendo en cuenta que cuenta con uno de los motores más veteranos y más fiable del grupo Volkswagen.  Eso sí, si lo que se busca es un modelo para moverse principalmente por entornos urbanos, la opción micro híbrido de gasolina es lo más interesante, con un precio muy similar pero con la etiqueta ECO de la DGT.

Un modelo que además se acaba de actualizar con cambios interesantes a nivel de diseño y de equipamiento y que, aunque no sea el modelo de moda, acaba siendo una opción realmente racional.