Algo más de 6,26 millones de españoles se retrasan en el pago de sus facturas, lo que supone el 13,2% de la población, 4 puntos por encima del 9,2% de media de la Unión Europea (UE), según la Encuesta de Condiciones de vida publicada este martes por el INE. Se incluye dentro de la población con retrasos en sus pagos a aquellos que en los últimos doce meses no han podido hacer frente en plazo a la hipoteca o el alquiler, las facturas de suministros (luz, gas, agua…) y compras a plazos (financiadas con créditos al consumo).

El dato, referente a 2022, supone una mejoría respecto al 14,3% del año anterior, aunque sigue en máximos de las dos últimas décadas, pues la media de población con problemas de liquidez entre 2004 a 2022 ha sido del 10,2%, 3 puntos menos que el 13,2% de 2022. Baleares, con un 20,5% del total de su población, es la comunidad autónoma con el mayor porcentaje de con problemas para poder pagar sus facturas, seguida de Canarias, con un 20%. En el lado opuesto, en Cantabria se reduce a un 5,3% de la población los que aplazan el pago de sus facturas y en el País Vasco, el 7,2%. En Catalunya el porcentaje es del 14,8% del total de su población y en Madrid el 11,9%.

El retraso en el abono de las facturas ha empeorado en España claramente en los últimos años, a diferencia del conjunto de la UE, que ha ido reduciendo la población en problemas. Entre 2004 y 2022, la media en España se coloca en el 10,2% de la población; ligeramente por debajo de la UE, en el 10,4%, aunque esta media es entre los años 2007 a 2022. En el caso de España, entre 2004 y 2007 -en pleno boom económico por la burbuja inmobiliaria- se dieron los porcentajes más bajos de población con problemas para afrontar el pago de sus facturas, por debajo del 8% y con el mínimo histórico del 7% en 2006. Lo que reduce la media española en comparación con la comunitaria.

A partir de 2008, con el estallido de la gran crisis que duró hasta 2013, la población con problemas de impagos fue superior en la media de la Unión Europea, que rondó el 11,6%, que en España, con un 10%. En ambos casos, en 2014 el porcentaje se elevó a cifras similares de población con dificultades para hacer frente a sus pagos, el 12,6% en la UE y el 12,5% en España. Sin embargo, a partir de ese año, los rumbos son separan y los porcentajes pasan a ser superiores en España con un problema añadido: el comportamiento durante la pandemia.

En España, desde 2014 se ha ido reduciendo más o menos a la par que la UE, hasta colocarse en el 8,1% de la población en 2019 -el más bajo desde 2008-, y por debajo del 8,3% de la UE. Pero la pandemia ha dejado un panorama sombrío en España, pues en 2020 la población con problemas para cumplir con sus pagos se elevó al 13,5% (cinco puntos en un solo año), en 2021 marca el récord histórico en el 14,3% y el pasado año se corrige algo, hasta el 13,2%. El impacto de la pandemia en la UE ha sido muy inferior, con ligeros incrementos al 8,8% en 2020, el 8,9% en 2021 y el 9,2% en 2022. Así, desde 2007, la población con problemas en las facturas ha pasado en España del 7,6% al 13,2% (5,6 puntos porcentuales), mientras que en la UE, en 2007 era del 10% y en 2022 del 9,4% (una reducción de medio punto porcentual).

Sin embargo, el comportamiento por comunidades autónomas muestra notables diferencias. Si se analiza la evolución de 2007 a 2022, se produce incluso una reducción de 2 puntos porcentuales (pp) en la población con problemas de pagos en La Rioja, colocándose en 2022 en el 7,8%, y de 1,3 puntos en la Región de Murcia, con el 12,3% el pasado año. En los 15 territorios restantes se produce un empeoramiento en la tasa de población con dificultades para pagar sus facturas, aunque difícilmente comparables.

Cantabria (5,3% de su población con problemas de pago en 2022) y Navarra (10,8%) han aumentado desde 2007 en 1,5 pp; Asturias (7,6%) en 2,1 pp; el País Vasco (7,2%) sube 2,5 pp; Aragón (8,8%) aumenta 3,1 pp su población con problemas de pagos desde 2007; Galicia (9,5%), 3,7 pp; Castilla y León (10,4%), 4,8 pp; la Comunidad Valenciana (12,2% en 2022) eleva las personas con dificultades para abonar sus facturas 5 pp; Madrid (11,9%) suma 5,8 pp en este periodo; Andalucía (16,3%), 6,2 pp; Extremadura (12,4%) crece 7 pp; en Catalunya (14,8% en 2022), la población que deja facturas sin pagar sube 7,4 pp desde 2007; Canarias (20%), 8 pp; Castilla-La Mancha (14,5%) aumenta 9,2 pp y el mayor aumento, 10,3 pp, se registra en Baleares donde el 20,5% de su población no es capaz de hacer frente con normalidad a sus pagos.

Diferencias sociológicas

Por condiciones sociodemográficas, las mujeres tienen una tasa de problemas en el pago del 13%, ligeramente inferior -medio punto-, sobre los hombres. Por edad, a más jóvenes más dificultades, con un 18,8% en los menores de 16 años y un 15,5% entre 16 y 24 años, mientras que en los pensionistas se reduce a un 5,4%. El 21,2% de los hogares compuestos por un adulto e hijos dependientes tienen retrasos en las facturas, y el menor porcentaje, del 3,6%, es en casas en las que vive una pensionista sola.

Respecto a la renta, obviamente es inversamente proporcional: a más ingresos, menos facturas impagadas. Pero para ver las diferencias, el 10% de los españoles que menos renta tienen elevan su porcentaje al 33,2%, por un 2,3% del 10% con mayores ingresos que se retrasan en los pagos. En Educación, a mayor formación, menores deudas sin pagar. Así, con problemas de pago hay un 14,7% de la población de más de 18 años que han cursado hasta bachiller elemental, mientras que los universitarios reducen al 7,9%. Por nacionalidad, en el caso de los españoles, la tasa es de un 10,2% y los extranjeros procedentes de países no comunitarios tienen problemas de pagos en el 35,2% de los casos.