Las 142 empresas más grandes de España, que pasan de los 5.000 trabajadores, abonaron a Hacienda por el Impuesto sobre Sociedades, el equivalente al 3,12% de sus beneficios, mientras que la totalidad de las empresas tuvieron que hacer frente a un tipo tres veces superior, el 11,15%, según los datos de la Agencia Tributaria hechos públicos este miércoles. En los datos del estudio sobre el impuesto correspondiente a 2021 (últimos datos disponibles), si se compara lo tributado en función, no de los beneficios, sino de la base imponible, las diferencias se acortan, pues las 142 megaempresas abonaron el 15,8%, mientras que el total del tejido productivo, el 21,67%. El reciente acuerdo alcanzado por PSOE y Sumar ha incluido en su programa de gobierno que las grandes empresas abonen, como mínimo, un tipo efectivo del 15% medido sobre los beneficios reales, para evitar que se escapen las empresas muy grandes.
Los datos presentados por Hacienda ponen de manifiesto la paradoja de que mientras más pequeña es la empresa, más impuestos debe pagar en proporción a sus beneficios, a pesar de que sus tipos nominales son inferiores, un 23% sobre la base imponible, frente al 25% de las grandes. Una paradoja con efectos fiscales negativos, pues de las 1.616.984 empresas registradas en España, el 91,5% o no tiene asalariados o son microempresas, mientras que las grandes, que según Hacienda superan los 251 trabajadores, son 3.879, el 0,23% del total del tejido empresarial. Sin embargo, por lógica, sus ingresos son muy superiores, pues estas 3.879 facturaron en conjunto 1,34 billones de euros el pasado año, el 54,6% del total de los 2,46 millones de negocios de la totalidad de las empresas. De ahí el quebranto para las arcas públicas, pues el tipo efectivo medio de estas "grandes empresas" fue del 7,6%.
Tipos según tamaño
Las 740.260 empresas (46% del total) que no tienen asalariados —en realidad son autónomos— tuvieron que pagar el 9,47% de sus beneficios, según los datos de 2021 dados a conocer por la Agencia Tributaria este miércoles. Otras 735.927 (45,5%) son microempresas (1 a 9 trabajadores) con un tipo efectivo sobre beneficios del 15,98%. Las pequeñas (10 a 99 empleados), que son 130.490 (8,06%), tuvieron un tipo efectivo sobre beneficios del 19,11%, el mayor de todos los colectivos empresariales. En el caso de las 6.428 medianas (100 a 250 asalariados), que suponen el 0,4% del total, su tipo se reduce al 13,16%.
Y luego están las grandes empresas, las que superan los 251 empleados, y que, como queda dicho, tuvieron un tipo efectivo sobre beneficios del 7,6%. Sin embargo, se trata de una media, pues dependiendo del tamaño se producen grandes diferencias dentro de este colectivo. Así, las 1.981 con una plantilla entre 51 y 500 personas tuvieron un tipo efectivo sobre beneficios del 16,88%, el segundo más alto tras las “pequeñas empresas”. Las 960 empresas entre 501 a 1.000 trabajadores tributaron en el Impuesto sobre Sociedades el 12,81% sobre beneficios y las 618 entre 1.001 y 2.500 bajan al 10,78%. Curiosamente, se produce un repunte al 12,87% sobre beneficios, en las 178 empresas entre 2.501 y 5.000 empleados.
Aunque mucho más curioso es el salto que se produce en el último tramo, el de las empresas con una plantilla superior a las 5.000 personas, que se derrumba al 3,12%, según los datos de Hacienda. Yolanda Díaz, líder de Sumar, justificó este martes la necesidad de modificar el actual impuesto, alegando que “las grandes empresas pagarán un impuesto de sociedades al 15%, pero sobre el resultado contable, es decir, sobre los beneficios reales que perciben y no sobre los que nos dicen que ganan, antes de los ejercicios de ingeniería fiscal”, señaló.
Esa ingeniería fiscal, a la que alude la vicepresidenta segunda en funciones, no se produce por el tamaño en sí de la empresa, sino por la estructura societaria, pues los grupos empresariales (con un entramado de varias empresas) tienen más posibilidades de tributar en otros países reduciendo sus impuestos. Como dato, el tipo efectivo de los grupos empresariales (6.628 empresas en total) fue del 6,19%, mientras que aquellas empresas que no son grupos elevaron su tipo al 17,65%.
Menos por ser grupo
Algo que queda especialmente patente en el caso de las megaempresas. De las 142 que superan los 5.000 empleados —cuyo tipo efectivo sobre beneficios cabe recordar que fue el 3,12%—, 106 son grupos empresariales y su tipo efectivo sobre beneficios se reduce aún más, al 2,7%, mientras que las 36 que no son grupos, tienen un sorprendente tipo del 23,57%, el mayor de todo el entramado empresarial. A pesar de que ambos tipos de empresas tienen plantillas similares, su facturación está a años luz, pues según los datos de Hacienda, de media los grupos tuvieron una cifra de negocio de 5.300 millones de euros, mientras que las empresas que no forman grupos se quedaron por debajo de los 1.600 millones.