A pesar del precio de los alimentos “reduce” en noviembre a un 9% su crecimiento anual respecto al mismo mes del pasado año, es con diferencia el grupo de productos que más se encarece en el año (de enero a noviembre), concretamente un 7,3%, seguido por restaurantes y bares, un 5,3%, y Transporte, un 5,2%, y con Vivienda y suministros (electricidad, agua) como el único grupo cuyos precios son inferiores, concretamente un 6,3%; a los de noviembre de 2022 por la caída en la electricidad y el gas. El alza de la alimentación se produce a pesar de que el Gobierno español lleva invertidos, hasta octubre, 1.423 millones de euros en reducir el IVA de 16 alimentos básicos, según datos de la Agencia Tributaria. De no haberse producido la ayuda fiscal al conjunto de los ciudadanos, la cesta de la compra habría subido el 8,7% en estos once meses, lo que significa que los consumidores se han ahorrado un 1,4% en la cesta de alimentación, según una estimación realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) publicada este jueves. Es decir, que de cada 100 euros dedicados a alimentación, una familia media se ha ahorrado 1,4 euros gracias al dinero dejado de recaudar por Hacienda.
En diciembre del pasado año, el Gobierno aprobó la eliminación del IVA para 13 alimentos a los que se aplica el tipo superreducido (4%) y redujo a la mitad (del 10% al 5%) otros 3, gravados con el tipo reducido. Los productos elegidos superan en conjunto algo más de un tercio de lo que se gasta una familia en alimentación, según la ponderación del INE. Para entender su envergadura, estos 16 alimentos suponen el 35% del grupo de alimentos y bebidas que componen el grupo de alimentación del IPC.
El Gobierno barajó entonces varias medidas para aminorar la carga a los consumidores que estaba ocasionando el incremento de los precios en la alimentación, que en diciembre del año pasado estaba en términos anuales en el 15,7% (frente al 9% actual). La elección de aplicar la reducción del IVA supuso un enfrentamiento entre los dos socios de Gobierno. Mientras el PSOE se sumaba a las tesis del Partido Popular de actuar sobre el impuesto, Podemos abogaba por negociar con las cadenas de distribución la exigencia de una cesta de alimentos básicos por un máximo de 25 euros. Igualmente, muchos expertos se posicionaron contra la medida al entender que se trataba por igual a ricos que a pobres y apostaban por una ayuda dineraria a las familias con menores rentas y con un gran coste para las arcas públicas. Cabe recordar que el Gobierno aprobó, además de la reducción en el IVA, un cheque de 200 euros para familias con ingresos inferiores a 27.000 euros, aunque hasta abril no empezaron a hacer efectivos “los cheques”.
Además, la vicepresidenta segunda y actual líder de Sumar, Yolanda Díaz, defendía que se incluyese en la ayuda a un grupo de alimentos que cubriese un menú básico y saludable de una familia, incluyendo algo de carne y pescado. Finalmente, estos dos productos se han quedado fuera de la ayuda, con la queja de los ganaderos y los pescadores. El presidente Pedro Sánchez ya ha anunciado que la medida se prorrogará al menos seis meses más, hasta el 1 de junio de 2024, a pesar de que la inflación subyacente ya es inferior al 5,5%, marcado como un objetivo para la reducción del IVA de los alimentos.
Efecto, por productos
Aunque los más de 1.400 millones hayan supuesto la reducción de solo un 1,5% de ahorro sobre el conjunto de la cesta de la compra, el impacto en los precios sobre cada uno de los 16 alimentos elegidos ha sido mucho mayor. Aun así, solo 5 de ellos están en noviembre más baratos que en enero de este año. Se trata de aceites comestibles —dejando fuera al de oliva— (con el tipo reducido al 5%), cuyo precio ha bajado en los once meses un 28,3%, aunque la reducción habría sido del 25% si no estuviese subvencionado en el IVA. Por tanto, sería un 3,3% más caro. Cabe recordar que el aceite de girasol tuvo subidas de más de 50% en abril del año pasado, con el arranque de la guerra de Ucrania.
Otro alimento que desciende es la pasta alimenticia y el cuscús (también con el tipo reducido) que baja un 3,3% en el año, pero se quedaría en el -0,3% sin la ayuda del IVA, lo que implica un ahorro del 3%. También desciende la leche desnatada, un 2%, y la entera, un 0,2%, y en ambos la desaparición del IVA superreducido ha generado un ahorro en el año del 3,7%. El último alimento cuyo precio está por debajo de enero, son las harinas, que caen un 1,9% en el año, con un ahorro también del 3,7%.
En el otro extremo, el aceite de oliva se ha encarecido un 53,8% desde enero, un 60,9% sin la reducción fiscal, lo que supone que la ayuda en este caso ha generado un ahorro del 7,1% en la adquisición de este alimento. El resto de los 16 productos, todos con el IVA superreducido, han tenido subidas que van del 15,2% al 1,8% con unos ahorros diferentes, dispares. Así, en las frutas frescas el consumidor se ha ahorrado un 4,4%; en legumbres frescas un 4,3%; en las patatas un 3,7%; en el arroz un 4,2%; en las legumbres congeladas un 4,8% (el segundo mayor tras el aceite de oliva) y en las secas o en conxerva el 0,6%; en los huevos, el ahorro ha sido del 4%; en el queso el 3,8%; y en el pan el 3,1%.