20 municipios de España concentran el 95% de todos los turismos que matriculan las grandes empresas de renting y de alquiler y, de estos, los 10 primeros pueblos suman el 80% de las compras. Y no son pocos coches, pues en 2022 estas empresas propietarias de grandes flotas adquirieron 241.011, según los datos de MSI, la consultora de mercado especializada en automoción. Las empresas con grandes flotas, en especial las de renting y alquiler, buscan ahorrarse al máximo en el impuesto de circulación por lo que matriculan sus coches en ayuntamientos donde este tributo es más barato, dado que los municipios tienen la potestad de establecer, con un mínimo, cuánto cobrar por coche. Es una competencia fiscal a nivel local que perjudica especialmente a grandes municipios como Madrid, Barcelona y Valencia, por donde acaban circulando estos coches que, sin embargo, pagan los impuestos en pueblos, algunos de menos de 200 habitantes.

La ley de haciendas locales establece que el impuesto sobre vehículos de tracción mecánica (IVTM), conocido como el impuesto de circulación, el “numerito” o “la viñeta”, deja un gran margen de maniobra a los ayuntamientos para determinar cuánto cobra por cada tipo de coche según los caballos fiscales. Así se establecen cinco tramos: hasta 8 caballos fiscales; de 9 a 12; de 12 a 16, de 16 a 20 y más de 20 caballos fiscales. Y el coste puede ser la mitad en estos pueblos que se han convertido en verdaderos paraísos fiscales. Como ejemplo, en el último tramo, el de más caballos fiscales, el Ayuntamiento de Madrid cobra 224 euros cada año; el de Barcelona 217,3 euros y 112 euros en cuatro de los ayuntamientos que más coches matriculan (Colmenar del Arroyo, Robledo de Chabela, Boadilla del Monte o Majadahonda). Una proporción que se mantiene en los otros cuatro tramos.

Para hacerse una idea de la dimensión que han cogido estos pueblos, el primero del ranking, Colmenar del Arroyo, un pueblo de 1.880 habitantes, matriculó el año pasado 38.593 turismos en su municipio el año pasado, el 16% del total de los coches comprados por las empresas de renting y alquiler en España en 2022. Pero el año anterior, cuando las compras fueron superiores, alcanzó 45.040, el 17,6%. Colmenar del Arroyo desbancó en 2020 a Robledo de Chavela (Madrid, 4.485 habitantes) que se mantuvo como el municipio elegido por los grandes flotistas.

Chema López, director de marketing de MSI, explica a ON ECONOMIA que lo relevante no es cuántos coches matriculan cada año, sino cuántos tienen activos pagando anualmente. Las empresas de renting suelen explotar entre 4 y 6 años sus coches, y posteriormente los venden. Durante ese periodo están pagando el impuesto de circulación en ese ayuntamiento. Según los datos de los últimos cuatro años, Colmenar del Arroyo ha matriculado cerca de 170.000 coches (prácticamente todos de renting, pues no tienen casi coches de empresas de alquiler, que se venden normalmente al año o año y medio) que están pagando el impuesto a 12,62 euros los del primer tramo, 34,08 euros los del segundo, 71,9 euros los del tercero, 89,6 euros los del cuarto tramo y a 112 euros los del último. A una media de 100 euros por vehículo, el municipio recauda cada año cerca de 17 millones de euros para sus 1.880 vecinos.

Lo que explica que esta práctica fiscal se haya ido extendiendo por diversos municipios, especialmente en la Comunidad de Madrid, que coloca 13 pueblos entre los 20 donde más coches de flota se matriculan. De hecho, los 10 primeros son de ese territorio. Como muestra, de los 25 primeros municipios por volumen de matriculación de coches de renting y alquiler, 11 no estaban en esos puestos en 2020. El que ha entrado con más fuerza, Alcobendas (Madrid), sin embargo, no coloca sus tasas fiscales en lo más bajo, sino en un punto intermedio. Como ejemplo, en el último tramo, en Madrid capital se paga al año 224 euros y en Alcobendas 164 euros. Sin embargo, en este municipio tienen su sede varias empresas de automoción, como Volkswagen Financial Services, el renting del grupo Volkswagen, o la empresa de renting LeasePlan que matriculan en este municipio sus flotas.

Otros pueblos grandes de la Comunidad de Madrid sí han posicionado su impuesto de circulación en el rango bajo y han conseguido meterse en los puestos de cabeza en tan solo dos años. Es el caso de Majadahonda que el año pasado matriculó 10.935 coches de flotas y el anterior ninguno. O Boadilla del Monte, sede del Banco Santander y de sus dos empresas de renting, Bansander y Santander Consumer, donde se matricularon el pasado 2022 algo más de 7.730 coches.

Barcelona pierde posiciones

Barcelona, a diferencia de Madrid, ha perdido sus dos pueblos señeros en la competencia fiscal por el impuesto de circulación: Rajadell y Aguilar de Segarra. Para hacerse una idea de su descenso, el primero fue en 2019 el séptimo pueblo de España donde más coches de flota se matricularon, 21.606. Tras el lógico descenso de 2020, donde cayeron de forma espectacular las matriculaciones, en 2021 registró tres veces menos, 7.918, y el año pasado prácticamente desapareció de la competición, con solo 451 coches matriculados. Similar descenso ha sufrido Aguilar de Segarra, desde el puesto undécimo tras matricular 10.321 en 2019, descendió a 2.544 en 2021 y a 484 el pasado año. A cambio, ha emergido el Prat de Llobregat, que se colocó el año pasado en el puesto 17 el pasado año, con 1.581 matriculaciones, todos ellos de empresas de alquiler (ninguno de renting), cuando en 2021, tan solo registró 481 coches.

La isla de Gran Canaria también ha entrado en la batalla, aunque con coches de renting y no de alquiler, y coloca cuatro municipios entre los 20 con más coches de flota matriculados: la capital, más Tejada, Agüemes y San Bartolomé. Relleu, en Alicante, y Escorca, un pueblo de Baleares con 183 habitantes, están también entre los 20 pueblos con más coches de flota pagando el impuesto de circulación, aunque ambos están en la pelea hace varios años. Chema López explica que estos pueblos, fuera de la Comunidad de Madrid donde se concentran las matriculaciones de las grandes empresas de renting y alquiler, están subiendo gracias a la entrada de grandes grupos de concesionarios de ámbito regional en el mercado del renting. Por lo general, suelen elegir alguno de los pueblos con el impuesto bajo de su territorio.