Los gastos deducibles de los autónomos son todos los necesarios para llevar a cabo nuestra actividad. Sin embargo, hay que tener en cuenta una serie de consideraciones formales antes de poder deducirnos estos gastos. Además, hay que tener en cuenta que algunos gastos son deducibles para el IVA y no lo son para la renta o IRPF y viceversa. Los gestores siempre recomiendan estudiar caso por caso, ya que aquello que es deducible para un autónomo no lo es para otro. Y también romper con viejas premisas erróneas. A modo de ejemplo, para la mayoría de los autónomos, la gasolina no se puede desgravar como años atrás. Pero sí, en cambio, tener en cuenta billetes de avión o tren si aquellos pueden justificar que se ha ido por un tema laboral y se ha requerido de un desplazamiento.
Elementos deducibles
El IVA deducible puede estar en el material tecnológico como la compra de un ordenador o un móvil, pero también su factura mensual para gastos en llamadas y mensajes. Otro aspecto a guardar siempre son los justificantes de cualquier comida si van ligados a momentos de trabajo. Y estos tienen que incluir un justificante con el ticket de la factura del restaurante y el del banco conforme has pagado. En el capítulo del acceso a Internet, Hacienda lo acepta si esta factura no va atada con la televisión. Por ejemplo, si la Internet de casa se paga de forma mensual en una especie de pack habitual que las compañías ofrecen con el acceso para ver también el fútbol o las series, la administración pública nos lo girará. Y devolviendo en el material, todo aquel específico para el trabajo, como por ejemplo un micrófono si somos una agencia de comunicación, también se puede justificar.
En último término, el seguro privado de salud, aunque hay que consultar con uno gestión cómo hacerlo y no puede ser un seguro donde en el contrato también se incluya a toda la familia, aunque solo queramos subrayar nuestra cuota. Hay un límite de 500 euros por miembro de la unidad familiar del autónomo. A pesar de ser un gasto que no es necesario para llevar a cabo nuestra actividad en este caso a la Agencia Tributaria hace una excepción y deja deducirse estos gastos, con lo cual lo tenemos que aprovechar.
El cálculo final
Si nos centramos en estos cinco aspectos comentados, que son los más repetidos, el ahorro puede ir hasta los 400 euros. Ahora bien, el concepto no se tiene que entender como una ganancia, sino como una deducción de nuestros impuestos. De todos modos, este cálculo también se hace con base en unas características que pueden ser más o menos comunes. Para entendernos cuándo hablamos de factura telefónica, podemos calcular una de 50 euros mensual, pero los importes cambian si la factura sube o baja. Y lo mismo con la tipología de seguro de salud: si cubre a pesar del 80% de las que aquella compañía no tiene e incluye también cobertura internacional, será un importe diferente a un seguro mucho más sencillo.
Otros gastos deducibles
Otros más secundarios pueden ser los arrendamientos y cánones, nos referimos al alquiler, cánones y asistencia técnica. También constan los servicios profesionales independientes: gestores, abogados, procuradores, auditores o asesores, entre otros. Y los otros servicios exteriores: un ejemplo de estos gastos deducibles para autónomos serían los servicios bancarios, de búsqueda y desarrollo, la publicidad y la electricidad. En último término, hay otros gastos deducibles como la adquisición de libros, suscripción en revistas profesionales o asistencia a acontecimientos relacionados con la actividad profesional, entre otros.
Para no errar en qué podemos coger o no, se tiene que tener claro que los gastos deducibles son los que tienen una vinculación directa con la actividad laboral. Todos estos tienen que estar bien documentados en facturas o recibos y registrados en los libros contables y no se presentan fuera de plazo en ninguna circunstancia.