Un grupo de productores de pistacho de la comarca del Urgell (Lleida) han decidido romper los contratos para suministrar la cosecha de esta fruta seca a la empresa Borges, que la comercializa y distribuye dentro y fuera de España con su marca Borges. Los agricultores están quejumbrosos de la política de precios que les aplica la compañía catalana, propiedad de la familia Pont. Aseguran que el precio por kilogramo que se les pagó por la cosecha del año pasado fue irrisorio y estuvo por debajo del precio de coste.
Se trata de un colectivo de 70 campesinos que cultivan un total de 500 hectáreas. Ramon Boleda, campesino de Verdú, ha explicado en declaraciones a la agencia de noticias ACN que si el año pasado hubiera vendido los pistachos al mismo comprador que ha escogido para depositar la cosecha de este año, le habrían pagado 81.000 euros, seis veces más que el precio que le pagó Borges.
Hace cerca de una década el grupo Borges promovió el cultivo de pistachos en la zona del Urgell, finques de su propiedad y a otros campesinos de la zona, a los cuales proporcionó el plantel, el asesoramiento, lo acompañan y garantizaban la compra de la cosecha a precios de mercado. No obstante, el cambio de estrategia empresarial del grupo ha alterado todas las previsiones. El 2023 Borges vendió su sección agrícola y tierras a Badajoz, Granada y Portugal, dejando solo las fincas a Ponent. Además, un año antes de la venta, Borges había liquidado de manera deficitaria una planta que había adquirido. Por eso, para la cosecha de este año, Borges ha determinado que los agricultores depositen el producto en dos empresas dedicadas al procesamiento, con liquidaciones muy por debajo del precio de mercado y costes elevados para el procesamiento.
Los productores de pistacho de zonas Tàrrega, Verdú, les Borges Blanques, Juneda y otras localidades del Segrià, que riegan del canal Segarra-Garrigues, han empezado la campaña de recolección de este año, en qué se prevé una producción más baja al ser un año off -el ciclo de los pistatxers tiene dos cosechas, una 'on', mejor, y una off con menos kilos- y porque los árboles todavía arrastran los efectos de la falta de agua del año pasado, según han declarado este lunes.
Desde el sindicato Unió de Pagesos ya se alertó de la manera de actuar del grupo Borges, de que además, ha abandonado el proyecto de construir una planta de procesado en la zona, cosa que ha elevado los costes para los agricultores, según dijo hace unos días Sergi Martín, responsable nacional de Fruta Seca de Unió de Pagesos.
Se van a vender a Aragón
El productor de Verdú, Ramon Boleda, ha explicado que este año los campesinos no solo no han tenido problemas para encontrar comprador, sino que "les ha llovido las ofertas de todas partes". Ha añadido que este año los pistachos catalanes se venderán buena parte a Aragón y a Castilla-La Mancha, mientras que los pistachos de Borges vendrán de los Estados Unidos.
El año pasado hice 13.500 kilos en seco y si los hubiera vendido en Aragón, como haré este año, habría ganado 81.000 euros. Vendidos a Borges, la liquidación me ha salido a 13.000 euros, con eso no pago ni el agua de riego", ha señalado Boleda, que lamenta que solo los gastos de riego y abonos ya subían a 50.000 euros. Ha añadido que hay productores que todavía salieron más maltrechos y que, en vez de cobrar, todavía tuvieron que pagar para llevar los pistachos a esta empresa.
En un año 'on', los pistacheros producen entre 3.000 y 3.500 kilos en seco por hectárea, mientras que en un año 'off', la producción cae hasta los 1.800 o 2.000 kilos. Eso hace que si se cogen dos años seguidos, la producción media de este cultivo salga a unos 2.000 o 2.500 kilos en seco por hectárea.
Este año, además de ser un año 'off', la producción se prevé que todavía sea más baja por la sequía que los árboles arrastran del año pasado. Eso, aunque este año no ha habido restricciones de agua y los campesinos han podido regar con normalidad.